Después de reconocer los crímenes, allanaron la casa de Robert Durst

Los agentes ingresaron a la propiedad de Durst en EE.UU. a días de que fuese detenido por las declaraciones que hizo en un programa de televisión sobre el caso.

Robert-DurstLa policía de Houston (Texas) ingresó a la vivienda del millonario Robert Durst, detenido el pasado fin de semana en Nueva Orleans y acusado por las autoridades californianas del asesinato de la escritora Susan Berman en el año 2000. Según informaron los medios locales, los agentes llegaron a la propiedad la tarde de este martes, aunque no han trascendido los motivos concretos del registro.
Una vecina explicó a la cadena ABC que Durst salió con dos maletas la semana pasada y que otra persona retiró al cabo de unos días el resto de las pertenencias del millonario, por lo que, dijo, “no hay mucho” dentro. El excéntrico millonario ha estado en la mira de la justicia durante más de tres décadas en las que le señaló como sospechoso de varias crímenes cruentos.
La esposa de Durst, Kathleen McCormack, desapareció sin dejar rastro en 1982 tras manifestar su deseo de divorciarse de su marido, en un caso que quedó sin resolver. En 2000, Berman, que hasta entonces había intercedido a favor del millonario, apareció muerta de un disparo en la cabeza poco antes de que la policía la interrogara sobre lo ocurrido a McCormack, tras reabrir aquella investigación. Al año siguiente, fue acusado de matar y posteriormente desmembrar a su vecino en un pueblo de Texas, cuyo cuerpo troceado apareció flotando en el mar, aunque fue absuelto al considerar el jurado que había actuado en defensa propia.
El millonario, de 71 años, enfrenta a un cargo por asesinato que podría suponerle la pena de muerte, en caso de que fuera condenado. Sus andanzas fueron recogidas en la serie documental de HBO “The Jinx: The Life and Deaths of Robert Durst”, un programa dirigido por Andrew Jarecki que fue propuesto por el propio Durst, deseoso de que alguien le dejara contar su historia. La emisión del documental concluyó el domingo pasado e incluyó unas declaraciones en las que él habla consigo mismo cuando está en el baño mientras el micrófono sigue grabando.
“¿Qué demonios hice? Los maté a todos, por supuesto”, se le escucha decir en un momento. Jarecki dijo en una entrevista al programa “CBS This Morning” que el testimonio de Durst era auténtico y que él no tenía razones para dudar de su veracidad.