La mujer a la que Milani no puede callar

A días del 24 de marzo, la hermana del soldado Ledo dice que el gobierno vuelve a la Obediencia Debida para cubrir al general de Cristina. Su familia vive amenazada pero sigue luchando por la destitución del jefe del Ejército.

Graciela-LedoA Graciela Ledo no le alcanzan las horas para denunciar el pasado del Jefe del Ejército.
La hermana de Agapito Ledo, el conscripto riojano desaparecido el 17 de junio de 1976 en Tucumán, ignora las amenazas anónimas que recibe todos los días y se multiplica para recorrer el país con su testimonio, mientras la mayor parte de los organismos de derechos humanos que se declaran partidarios del gobierno no hablan de César Milani.
Aunque el general de Inteligencia se prepara para conmemorar un nuevo aniversario del golpe de Estado junto a Cristina Kirchner, Ledo repite que para ella no hay diferencia entre Milani y cualquier otro represor de la última dictadura.

-¿Por qué dice que hay un regreso a la Obediencia Debida?

-Los fundamentos del juez (federal Daniel) Bejas para rechazar el pedido de indagatoria a Milani son los de la ley de Obediencia Debida. ¿Por qué? Porque no sitúa el accionar de Milani dentro del terrorismo de Estado, que es en lo que se basan los juicios de lesa humanidad. Todos los que han participado en la represión son responsables, deben ser juzgados y deben ser condenados. El mismo juez Bejas tiene juicios de lesa humanidad y hasta el momento el de Milani es el único pedido de indagatoria que rechazó.

-Usted afirma que el juez usa una doble vara para salvar a Milani.

-Sí, porque Bejas sitúa dentro del terrorismo de Estado al superior de Milani, el capitán Sanguinetti, que es el único detenido –con prisión domiciliaria- por la desaparición de mi hermano. Pero a Milani lo deja afuera y dice que por su edad y su rango no tenía la obligación de decir la verdad. Son los argumentos de la Obediencia Debida, que se derogó por la lucha de los organismos y del pueblo.

-¿Cree que el gobierno de Cristina vuelve a la Obediencia Debida?

Si. Es la Justicia en este caso. Si se lo cita a indagatoria será destituido, dijo Aníbal Fernández, sabiendo que no iba a ir a indagatoria. El juez lo pone a las puertas del sobreseimiento aunque hay pruebas suficientes –en este causa y en otras causas en las que está involucrado- para decir que ha participado en hechos de la represión y debe ser juzgado. En estos días, vuelve con fuerza la denuncia del fiscal general Alberto Lozada en Córdoba, donde él dice que existen otras causas que tienen menos pruebas que las que hay en el caso Milani y ya tienen condenados. Eso también ha pasado en Tucumán: con menos pruebas de las que hay en la causa de mi hermano, hay condenados. ¿Por qué?

-Nilda Garré aseguró que por la edad que tenía Milani no pudo haber tenido un rol importante en la represión.

-Sí, lo dijo Garré y también lo dijo Estela de Carlotto. Son los argumentos de la Obediencia Debida que toma el juez para proteger a Milani. Astiz tenía 23 años cuando entregó a las monjas, después torturó y está condenado a cadena perpetua. Acaban de condenar acá en La Rioja a un represor que era alférez de Inteligencia, era de la Fuerza Aérea, era de primer grado igual que Milani pero cumplía un papel de inteligencia y tenía 22 años cuando fueron muertos dos curas de Chamical. Lo condenaron a perpetua.

¿Nunca pidieron una audiencia con la Presidenta por este tema?

-No. No pedimos. Ella está hablando por sus actos, por su política. Se ve que Milani forma parte de su proyecto político, del cambio de imagen que le quiere dar al Ejército, la imagen de un ejército popular que nosotros no aceptamos porque no han reconocido sus crímenes y tampoco han sido juzgados todos los que debieran ser juzgados.

-¿Piensa que la Presidenta lo va a sostener hasta las elecciones?

-Su rol como personal de Inteligencia que ha ido acumulando poder y sorteando obstáculos. Yo creo que lo va a sostener, salvo que surjan algunas contradicciones porque la Justicia está fallando en algunos casos a favor del gobierno pero en otros en contra.

-¿Por qué nunca avanzó esta causa antes?

Milani estaba como invisible. Los senadores Cano y Morales ya habían objetado sus anteriores pliegos de ascenso, pero la mayoría del PJ siempre lo respaldó. En 2013, sale a la luz el sumario que había hecho y había firmado Milani. Entonces, varios testigos lo identifican por las fotos porque nunca salían fotos suyas. Además, él hizo desaparecer muchas pruebas.

-Usted denuncia que falta el acta del sumario que declara a Ledo desertor.

-El acta original falta. Menos mal que había una fotocopia autenticada del sumario que estaba en el expediente. ¿Por qué no avanzó? Eso es lo que hay que preguntarse. El fiscal de Tucumán Camuña tenía el expediente con el sumario pero le dio el pase a Milani para que sea designado jefe del Ejército porque él dijo que no tuvo nada que ver con el Operativo Independencia. Pero sí tuvo que ver porque el Operativo Independencia continuó después del 24 de marzo de 1976, quizás con mayor crueldad porque estuvo al mando del general Bussi.

-El hijo de Bussi dijo que Milani había sido uno de los principales subordinados de su padre.

-Sí, uno de sus subordinados más fieles, así lo dijo el hijo de Bussi. Muchos de nuestros testigos que dan testimonio en la causa dicen lo mismo: que Bussi visitaba habitualmente el campamento donde estaban ellos y hablaba con Milani y muchas veces lo llevaba en su helicóptero hasta Tucumán. La causa estaba desde 2008 con un pedido de indagatoria al capitán Sanguinetti y durmió y durmió hasta 2013. El capitán Sanguinetti estaba viviendo en España, recién cuando empezó a moverse la causa se presenta y el juez Bejas lo detiene y lo procesa.

-El juez Bejas fue apoderado del PJ tucumano.

-Sí, ha sido apoderado del PJ y ha sido asesor en las empresas del gobernador Alperovich. Jurídicamente ha dejado libres a represores condenados en la megacausa de Arsenales: les ha dado prisión domiciliaria que es como decir que están libres. Su actuación en las causas de lesa humanidad tiene altibajos pero en el caso de mi hermano fue la peor.

-¿Cuáles son las otras causas que Milani tiene pendiente por su rol en la dictadura?

-La Cámara de apelaciones de Córdoba, la de Ramón Olivera, y la de Verónica Matta, que está en La Rioja y todavía no tiene fiscal. Verónica es riojana y denunció en audiencia pública el año pasado que Milani había participado de su detención: lo vio cuando la estaban interrogando en la sala de torturas. Y también hay otra de Plutarco Schaller, que también lo denuncia como participante del secuestro de su hijo y lo vio en el hospital donde estaba después de la tortura.

-Su madre, que tiene 84 años, cortó la relación con la línea de Hebe de Bonafini a la que pertenecía.

-Corta la relación a partir de diciembre de 2013 cuando Hebe le hace el reportaje a Milani y se dedica a andar con Milani en las villas de emergencia, dejando atrás todos los principios que sustentaron el movimiento de Madres de Plaza de Mayo y toda la lucha, reconocida a nivel internacional. Lamentablemente, fue una claudicación que ha hecho mucho daño a la lucha por los derechos humanos.

-¿Cómo ve las denuncias de la oposición, las de Carrió por ejemplo?

-Yo pienso que no tienen tanto que ver con las causas de lesa humanidad, que es nuestro interés. Son más bien denuncias de tipo político, opositoras y electoralistas. Los políticos juegan con todo esto.

-¿Qué tiene de especial este 24 de marzo para usted?

-Cuando se produjo el nombramiento de Milani al frente del Ejército, se produjo una división en los organismos de derechos humanos. Los que habían sido cooptados por el gobierno con distintos argumentos, cargos y salvatajes financieros se callaron. Pero se está gestando un movimiento muy importante de todos los organismos que no adhieren a la política oficial. Este 24 de marzo es un día especial, ya lo fue el año pasado porque los derechos humanos dejaron de ser una política importantísima del gobierno nacional y hay un retroceso. Las consignas son muy fuertes, basta de impunidad, indagatoria a Milani, destitución de Milani y apertura de los archivos de la dictadura. No vamos a parar.