Hernán Sánchez (34) fue torturado y asesinado de una puñalada. Días antes, una mujer relacionada con la banda más peligrosa de Rosario aseguró que la había violado.
Antes de ser ejecutado, Hernán Sánchez (34) fue torturado. La autopsia reveló que al fotógrafo desaparecido en diciembre pasado en Villa Carlos Paz le fracturaron una pierna y le quebraron los dedos de una mano. La otra mano no estaba en el lugar donde encontraron su cadáver, el viernes 13 de marzo, cuando lo vieron de casualidad mientras buscaban a Andrea Castana (35), a la que también hallaron muerta ese mismo día.
La primera versión que dio el fiscal Mazzuchi tras la aparición del cuerpo fue que se trató de un suicidio. Suponían que se había ahorcado con los cordones de las zapatillas. Pero había un dato que no cerraba: el calzado que tenía puesto Hernán, y del que presuntamente había sacado los cordones, era dos números más grande que el que habitualmente utilizaba el fotógrafo.
Luego, la confirmación de que no había signos de estrangulamiento terminó de descartar la idea del suicidio. “El informe preliminar de la autopsia dice que Hernán murió por una puñalada en el abdomen. Y que había sufrido una feroz golpiza”, reveló a Clarín la abogada Laura Orce Assadourian, representante de los familiares del fotógrafo, que había sido visto por última vez a fines de 2014 en Villa Carlos Paz.
La principal hipótesis en la que ahora trabaja el fiscal Ricardo Mazzuchi es que Sánchez podría haber sido asesinado en venganza por un presunto abuso sexual cometido contra una mujer vinculada a Los Monos, la banda narco más peligrosa de Rosario.
La historia comenzó el 19 de diciembre del año pasado, cuando la familia de Hernán denunció su desaparición. Recién lo encontraron 85 días después en el cerro La Cruz, pegado a Villa Carlos Paz. El baqueano que se topó con su cuerpo, no buscaba al muchacho, sino a Andrea Castana. Horas después la mujer también aparecería muerta.
Mazzuchi, el fiscal que recibió la denuncia por ambas desapariciones, se sorprendió por el hallazgo del cuerpo del fotógrafo. Fuentes judiciales aseguran que nunca se lo buscó seriamente y que si Andrea no hubiera desaparecido, nunca hubieran llegado a él.
Inmediatamente después de su desaparición, los investigadores creyeron que Hernán se había escapado voluntariamente porque había sido denunciado por una mujer rosarina de 30 años, que aseguró haber sido abusada sexualmente por él: “Si había una persona denunciada por abuso tampoco se lo buscó de ninguna manera, es gravísimo de las dos maneras”; reclamó Jesús Sánchez, padre de Hernán.
Esta presunta víctima sería pareja de uno de los líderes de Los Monos y, según declaró el viernes pasado al fiscal del caso, habría sido abusada por Sánchez el 13 de diciembre. La denuncia la hizo el 15, cuando regresó a Rosario.
Durante las cuatro horas que la testigo declaró ante el fiscal de Villa Carlos Paz se montó un fuerte operativo de seguridad que también incluyó su traslado desde y hacia Rosario. Milton Parola, el abogado que asesoró a la mujer, denunció que “después de cuatro meses, buscan no sé qué”. Y agregó: “Voy a presentar un escrito porque no me parece que sea una cosa legal que haya sido interrogada por la Policía previa a su testimonio y en la misma fiscalía”.
Según trascendió, la mujer rosarina también habría ratificado en Tribunales sus declaraciones periodísticas sobre que en la noche del presunto ataque sexual una persona dejó una importante cantidad de cocaína en la casa de Sánchez.
“Aún no tenemos acceso al expediente, no sabemos si la muerte de Hernán tiene relación con esta chica. Lo que sabemos es que hubo cierta logística para llevarlo adelante. Hernán sabía artes marciales y no era de contextura pequeña”, destacó la abogada Orce Assadourian.
Mientras que su socio, Julio Ochoa, apuntó: “Por las señas que ha dejado el cuerpo, dos o más personas participaron del hecho. Y la herida mortal con el arma blanca ha sido certera, hecha por alguien que sabía que esa puñalada afectaría la aorta y causaría la muerte”.