Del total de casos, sólo dos fueron en ocasión de robo. Crece el estupor.
En lo que va del año en nuestra región se cometieron diez homicidios. Nueve en La Plata y uno en Berisso.
La estadística refleja que hay un crimen cada poco más de nueve días. Tal vez esa cifra esté lejos del número de muertes registradas en Rosario o la mismísima Mar del Plata, si se busca en un distrito del interior bonaerense. Ni hablar cuando se compara con los sectores más calientes del Conurbano.
Pero lo que genera mayor estupor a nivel local es que, del total de casos, el 60 por ciento aún se encuentra pendiente de resolución.
Por falta de detenidos o, por personas que, identificadas en las causas, se encuentran todavía prófugas, se puede decir que son hechos que continúan impunes y generan repetidos reclamos de justicia por parte de familiares o amigos.
En lo que hace a nuestra ciudad, el primer episodio y, el último, se sucedieron en el contexto de un robo.
Alfredo Coppari (54) murió a principios de año cuando intentó evitar que asaltaran a su hijo.
Desde una ventana efectuó varios disparos intimidatorios, pero los delincuentes fueron más salvajes y le tiraron a él a matar.
Cuando la pesquisa se encontraba enmarañada en la búsqueda de testigos, la aparición de un menor de 16 años muerto en la zona del barrio El Churrasco, con un arma de fuego, brindó la primera pista concreta.
Es que, de acuerdo a un cotejo pericial, esa pistola era coincidente con la que, horas antes, habían usado para ultimar a Coppari.
Más de dos meses después, el médico Francisco Guerrero, residente de traumatología en el hospital Gutiérrez, se convirtió en otra víctima de la inseguridad salvaje.
Lo mataron en las calles 66 y 116 de un certero balazo en el pecho.
Al parecer, la maniobra de meter la mano en un bolsillo, para entregar la billetera, fue entendida como señal de resistencia. Y mientras los delincuentes fugaban en una moto, los desesperados intentos por salvarle la vida en el hospital San Martín, resultaron infructuosos.
Se trato de un suceso que provocó una profunda conmoción y movilizó a los vecinos, que salieron a reclamar soluciones contra la ola delictiva que los atormenta.
VIOLENCIA EXTREMA
El resto de los asesinatos, cabe destacar, se suscitaron en el marco de peleas barriales o, situaciones de tensión extrema, que nada tuvieron que ver con intentos de robo y que se extienden por los distintos sectores de La Plata y sus zonas adyacentes.
Otro tema que no pasó desapercibido es la participación de menores de edad en estos hechos de violencia.
Es que, de los 10 homicidios que se sucedieron en lo que va de 2015, en cuatro casos hubo chicos implicados, lo que establece una incidencia del 40 por ciento.
Como se sabe la problemática de los menores y el delito es un tema que genera debate y aún está lejos de resolverse.
En medio de la polémica por la edad prevista por la ley como tope para la imputabilidad (16 años), se han escuchado diversos proyectos que buscan bajar ese límite (a los 14).
Sin embargo, hay mucha controversia y voces encontradas, que no lograrían hacer foco en el fondo del asunto: por qué cada hay chicos que delinquen y desde tan temprana edad.