Michele Leonhart abandonará el cargo a mediados de mayo, confirmó un alto funcionario del Gobierno.
A lo largo de sus 8 años como representante máxima de la DEA, Michelle Leonhart sobrevivió no solo uno sino varios vendavales.
Sin embargo este último, que involucró a agentes bajo su tutela en fiestas con prostitutas pagadas por narcos colombianos, fue tan brutal que no tuvo más remedio que renunciar.
Este martes el fiscal general de Estados Unidos Eric Holder anunció en un comunicado que Leonhart dejará la agencia antidrogas a partir de mayo luego de una carrera de más de 30 años en esta institución.
Holder, en sus palabras de despedida, no menciona el escándalo que le costó la cabeza sino, por el contrario, los muchos años de servicio que dedicó a la defensa de la nación y la protección de los ciudadanos.
Fue un honor tenerla como compañera, afirmó el Fiscal quien de paso es su jefe directo. Pese a ello, nadie duda que su salida se precipitó por los incidentes que se revelaron sobre la conducta de sus agentes en el país.
La tormenta se desató el pasado 26 de marzo luego de que la Oficina del Inspector General (OIG por su sigla en inglés) presentó un informe en el que documentaba casos de conductas sexuales inapropiadas de funcionarios de varias agencias de EE. UU., entre ellas la DEA y el FBI.
En el reporte se narraban varios incidentes ocurridos entre el 2005 y el 2008, en los que agentes de la DEA habían contratado prostitutas y hecho fiestas en apartamentos pagados por el gobierno de EE. UU.
La OIG alegaba, además, que la DEA se había negado inicialmente a colaborar con la investigación y que probablemente las faltas eran mucho más graves y extensas de lo que se creía.
Leonhart fue citada al Congreso la semana pasada para rendir cuentas, y generó aún más controversia cuando dijo que no contaba con el poder para sancionar a los implicados más allá de las dos semanas que se decretaron como sanción.
Durante el curso de dos audiencias ante el legislativo salió a relucir otro informe, este elaborado por la misma DEA, en el que se acusaba a algunos agentes de recibir regalos y armas de grupos paramilitares en Colombia.
Decía, también, que muchas de las fiestas fueron pagadas con fondos del gobierno que luego hicieron pasar como gastos operacionales.
Al final legisladores de ambos partidos publicaron un comunicado en el que decían que ¨habían perdido su confianza¨ en Leonhart y dando a entender que esperaban su renuncia.
El golpe de gracia se lo dio la propia Casa Blanca, a los pocos días, cuando se negó a ofrecerle respaldo público.
Lo cierto es que las relaciones entre Leonhart y Obama nunca fueron las mejores y por momentos hasta se sacaron chispas.
La directora, que hizo casi toda su carrera en la DEA, siempre estuvo en contra de la aproximación del presidente a la llamada guerra contra las drogas y en algunos momentos hasta lo desafió en público.
El año pasado durante un discurso ante la asociación de alguaciles del país, Leonhart criticó Obama por decir que, a su juicio, la marihuana no era una droga más peligrosa que el alcohol.
Así mismo opuso resistencia a una orden directa del presidente y ejecutada por el Fiscal General, Eric Holder, en la que pedía a las autoridades no dedicar mayores recursos en la lucha contra la marihuana en estados que habían autorizado su uso tanto para fines medicinales como recreativos.
Y, para rematar, se negó a respaldar una iniciativa del presidente que busca reducir las penas asociadas al uso o tráfico de drogas cuando se trata de infractores no violentos.
Este viernes pasado la directora escribió una carta a sus subordinados que fue interpretado como su mensaje de despedida.
“Esta ha sido una semana muy difícil para la DEA con miembros del Congreso y la prensa haciendo preguntas difíciles y compartiendo nuestra indignación por la conducta lamentable de algunos pocos hace ya varios años. Quiero agradecerles por sus expresiones repetidas de confianza mientras navegamos por estas aguas turbulentas”, escribió la funcionaria.
El presidente del Comité de Control y Vigilancia de la Cámara de Representantes, el republicano Jason Chaffetz y el demócrata Elijah Cummings consideraron “apropiada” la renuncia de Leonhart a la luz de lo que se ha conocido sobre el escándalo.
El apetito de algunos agentes de EE. UU. por prostitutas, también le costó la cabeza a Mark Sullivan, jefe del Servicio Secreto, por el escándalo de Cartagena en abril del 2012, durante la Cumbre de las Américas.