El vecino Alberto Aguilera habló esta mañana en la 99.9 sobre los problemas que tuvo para renovar el registro de conducir. “Damos mal un examen pero no nos dicen en que preguntas estuvimos mal”, especificó.
Renovar el registro de conducir para una persona que supera los 70 años puede transformarse en una odisea. Son muchas las quejas por el tratamiento que se les da a las personas que tienen que rendir el examen teórico y práctico, según lo indica la legislación provincial.
Esta mañana, a través de la 99.9, brindó su testimonio Alberto Aguilera que tuvo inconvenientes al momento de rendir. “Tuve que renovar el carnet y me encontré con un problema. Salí mal en el teórico. En la computadora figura que no tengo accidentes ni multas e incluso mi compañía de seguros me hace un descuento por no tener accidentes”, detalló. Luego continuó: “no obstante, como es Ley Provincial tengo que dar el examen. La primera vez lo di mal y cuando fui al segundo, tuvimos que darlo bajo custodia policial porque se armó una insubordinación”.
El problema se generó cuando reprobaron a varias de las personas que habían rendido y nunca les explicaron en que se habían equivocado para que tengan posibilidad de aprender de sus errores. “Todo fue porque comenzamos a protestar, damos mal un examen pero no nos dicen en que preguntas estuvimos mal. No sé si la computadora está bien o está mal, el programa se podrá arreglar de alguna manera, pero no me dan una planilla para que yo tenga un elemento”, indicó Alberto.
En consecuencia, para Aguilera están tratando de adaptar la ley: “parece que cada municipio adapta la ley de acuerdo a su idiosincrasia, pero no puede ser”, aseguró. Incluso brindó otro ejemplo del maltrato: “tengo un amigo que no toma ningún medicamento y lo mandaron a que el médico le de un certificado diciendo que no tomaba nada porque no le creían”.
Es probable que en las próximas horas, ante la justicia se empiece a movilizar una medida pensando en esta problemática, pero para Aguilera el objetivo no es más que el maltrato: “los que toman examen también te ponen muy nervioso. La gente que está ahí es muy autoritaria. Antes respetábamos a los ancianos, pero ahora les faltamos directamente el respeto. Nadie da la cara”, finalizó.