El diputado del Frente Renovador, Ramiro Gutiérrez, se refirió esta mañana en la 99.9 al fallo de los jueces Piombo y Sal Llargués, cargando las tintas sobre el sistema judicial y pidiendo una urgente reforma del Código Penal pero no la que proponía Zaffaroni.
El fallo de los jueces Horacio Piombo y Benjamín Sal Llargués, ha generado una controversia nacional. El diputado del Frente Renovador, Ramiro Gutiérrez brindó su opinión esta mañana en la 99.9 no sólo en la condición de legislador sino también en la de abogado penalista, sobre este caso puntual: “hay que dividirlo en dos planos. Primero a la gente le generó indignación, no se puede entender y ninguna explicación alcanza. Cuando el magistrado Piombo trató de explicarlo, se metía en una maraña cada vez más estigmatizante”. Luego abundó: “desde el punto de vista jurídico, hay cosas por hacer. El nuevo código del gobierno y Zaffaroni, proponía una baja de pena, eliminaba la violación seguida de muerte y lo colocaba como delitos contra la integridad que es un error gravísimo. Hay que ver lo que hizo el violador, un chico de 6 años no puede elegir nada”.
La principal falencia que plantea Gutiérrez está en el modo en el cuál el sistema judicial trata este tipo de casos. “El derecho penal argentino tiene que decidir y decir que piensa y que hará respecto de los violadores. Esto se ha dado en otros países. En España los violadores una vez que cumplen su condena, sigue afectado al estado que lo sigue observando con control judicial y de la víctima. Esto se va renovando con juntas médicas”, ejemplificó.
Los sucesivos cambios que se han dado, tendieron siempre a profundizar el abolicionismo y eso hoy se ve reflejado en fallos de esta naturaleza. “El Código Argentino ha sido tocado tantas veces que no permite garantizar una coherencia ni una celeridad para el magistrado o la víctima. No falta el ordenador, falta la regla que diga cuando un metro es un metro. El último intento lo hizo Zaffaroni pero le bajaba las penas a 146 delitos”, diferenció.
Está claro que la responsabilidad de la justicia no es tomada con la seriedad necesaria porque debe tener mayor conciencia de lo que un fallo puede generar. “El poder judicial debe entender que es uno de los tres poderes del estado y tienen responsabilidad en la paz social y la vida de la gente”, aseguró el diputado.
Para ejemplificar el estado claro de locura que se vive al respecto, citó otros dos puntos de la agenda judicial que no pueden ser soslayados: “la víctima en nuestro país se entera de la liberación del violador cuando se lo encuentra en la verdulería, porque no forma parte del proceso y nadie le notifica nada. Hoy es más fácil saber que farmacia está de turno que el fiscal que nos tiene que cuidar. Esto hay que cambiarlo”, dijo. Luego se refirió a la cantidad de personas buscadas por la justicia: “se dice que hay 105.000 personas prófugas respecto de 63.000 personas presas, en el país hay mas prófugos que presos. Es una locura, pero peor es que nadie está buscándolos. Los patronatos de liberados para solucionar las cuestiones tienen un asistente social que tiene que controlar a un homicida o un violador”, finalizó.