Al contrario de lo que se cree, las temperaturas suaves, altas o bajas, son más peligrosas que las olas de calor o frío.
El frío es más mortal que el calor. Las temperaturas más bajas matan 20 veces más personas que las altas, de acuerdo un informe que se publica en «The Lancet» que ha analizado las causas de más de 74 millones de muertes en 384 localidades de 13 países, entre los que se encuentra España. Los resultados, señala a ABC el autor del estudio, Antonio Gasparrini, también revelan un dato sorprendente: las muertes causadas por temperaturas moderadamente altas o bajas son mayores que las que producen las olas de calor y/o frío.
«Se asume que el clima más extremo es responsable de la mayoría de los fallecimientos», apunta Gasparrini, profesor de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (Reino Unido). Por ello, la mayoría de las investigaciones previas se habían centrado en las muertes durante las olas de calor o frío extremas. Pero nuestros datos, dice, «muestran que la mayoría de estas muertes ocurren en realidad en días moderadamente fríos o calientes, especialmente fríos». Según Gasparrini, esto se debe a que los días con temperatura suaves, pero no óptimas, son mucho más frecuentes y, por lo tanto, tienen un mayor impacto.
Entre 1985 y 2012 los investigadores recogieron los datos de 74.225.200 fallecimientos en 13 países con una amplia gama de climas, de frío a subtropical. El trabajo recopiló datos sobre la temperatura media diaria, las tasas de muerte y variables de confusión como la humedad y la contaminación del aire que se utilizaron para calcular la temperatura asociada a la menor tasa de mortalidad (temperatura óptima) y el total de muertes debidas a una temperatura ambiente no óptima en cada ubicación. Por último, los investigadores estimaron la contribución del calor y el frío, desde temperaturas moderada a extremas.
Los datos mostraron que alrededor del 7,71% de todas las muertes fueron causadas por temperaturas no óptimas, con diferencias sustanciales entre los países, que van desde el 3% en Tailandia, Brasil y Suecia, a aproximadamente un 11% en China, Italia y Japón. Y el frío fue el fue el responsable de la mayoría de estas muertes (7,29% de todas las muertes), mientras que sólo el 0,42% fueron atribuibles al calor. En España, señala el investigador, el 5,5% y el 1,1% de las muertes producidas entre 1990-2010 se atribuyen al frío y al calor, respectivamente.
El estudio también ha visto que las temperaturas extremas fueron responsables de menos del 1% de todas las muertes, mientras que las temperaturas subóptimas representaron alrededor del 7% de todas las muertes, el 6,66% de todas las muertes relacionadas con en el frío moderado.
Salud Pública
A tenor de estos resultados, y teniendo en cuenta que las políticas de salud pública se centran en las olas de calor o frío, Gasparrini cree se deben «reorientar» estas medidas, ya que los datos nos dicen justo lo contrario. «La mayoría de estas políticas están diseñadas para periodos de olas de calor o de frío, pero ninguna tiene en cuenta la carga asociada con cualquiera de los días de frío moderado», señala a ABC.
Y en cuanto a las causas de mortalidad, el investigador comenta que la investigación previa indica que la exposición al frío y el calor «aumenta el riesgo de mortalidad por varias causas diferentes»; por ejemplo, por patología cardiovascular o respiratoria. Es probable, continúa, que tanto el calor como el frío «estén relacionados con un aumento de la mortalidad a través de múltiples vías fisiopatológicas, la mayoría de las cuales no se conocen por completo. Esta es la razón por la cual en este estudio hemos evaluado la asociación con la mortalidad por todas las causas», concluye.