La Comisión presentará un esquema para aliviar temporalmente a Italia y Grecia.
Bruselas perfila su propuesta de distribuir a los solicitantes de asilo entre los Estados miembros ante situaciones de emergencia. La Comisión Europea propondrá la próxima semana reubicar a 40.000 extranjeros que ya hayan llegado al continente: un 60% de ellos se elegirán de entre los presentes en Italia y el 40%, de los que arriban a Grecia. El objetivo es que el reparto comience en julio, aunque antes los Estados deben aprobar el plan e incluso forzar cambios.
El Ejecutivo comunitario pide a los Estados que se repartan a esos 40.000 posibles refugiados en los próximos meses, mientras dure la situación de emergencia que va a declarar la Comisión y hasta que se presente, a finales de año, el mecanismo permanente que permitirá resolver automáticamente estas situaciones en el futuro. Ese contingente —las cifras aún pueden sufrir modificaciones hasta que las apruebe el colegio de comisarios el próximo miércoles— se trasladaría al resto de Estados según las cuotas que presentó la Comisión la semana pasada y que incluyen un 18% para Alemania, un 14% para Francia y un 12% para Italia, los porcentajes más elevados.
España, según la cuota asignada del 9,1%, tendría que acoger a 3.640 personas, una cantidad que se acerca a los 5.615 extranjeros que solicitaron asilo en 2014, según datos de Eurostat, la agencia estadística comunitaria.
Para asegurarse de que esos demandantes redistribuidos por Europa emigran porque corren peligro, y no por razones económicas, en principio, solo se trasladará a los que proceden de Siria y Eritrea. Son dos países cuya difícil situación —uno por vivir una guerra que dura más de cuatro años, otro por soportar una feroz dictadura— genera una gran cantidad de refugiados.
Aliviar a Italia y Grecia
A cambio de aliviar a Italia y Grecia, la Comisión les exigirá más firmeza a la hora de registrar a sus demandantes de asilo y en las expulsiones de quienes no tienen derecho a protección. Las normas europeas dictan que quien solicita asilo debe hacerlo en el primer país europeo al que llega, pero muchos Estados miran hacia otro lado si el inmigrante abandona el país para pedir asilo en otro cuyo sistema sea más benigno. Es lo que lleva años ocurriendo. Esa práctica y las mejores condiciones económicas de unos países respecto a otros han concentrado el 72% de los demandantes de asilo en solo cuatro Estados: Alemania, Suecia, Francia e Italia.
De ese desequilibrio surgió la idea de las cuotas, auspiciada por Alemania, y que se ha topado con el rechazo de Francia, España, Polonia y Hungría, entre otros. La actitud francesa desconcierta al Consejo Europeo porque París siempre ha defendido una distribución más homogénea de quienes buscan refugio. Lo más probable es que el Consejo fuerce una redefinición de las cuotas, que la Comisión ha diseñado según criterios de PIB, población, desempleo y esfuerzos anteriores en acogida. Si los cambios se trasladan al papel, los Estados pueden acabar aceptando el modelo por mayoría cualificada (55% de los Estados miembros que representen al 65% de la población). Del voto quedan excluidos Reino Unido e Irlanda porque, según los derechos que le otorgan los tratados, pueden descolgarse de las políticas de Interior y Justicia.