El presidente de la Sociedad de Patrones de Pesca, Luis Ignoto, habló esta mañana en la 99.9 sobre la preocupante situación de las lanchas amarillas y señaló que “están saliendo 100 días al año de manera efectiva, lo que no significa que hayan venido siempre con pescado”.
La pesca en Mar del Plata está en una situación delicada. Sobre todo en lo que a las lanchitas amarillas se refiere. La flota ha bajado notablemente su cantidad de embarcaciones y continúa la preocupación del sector respecto a la propia supervivencia.
Esta mañana, en la 99.9, habló al respecto el presidente de la Sociedad de Patrones de Pesca, Luis Ignoto, quien recientemente tuvo una reunión importante con las autoridades del Consejo Federal Pesquero: “estuvimos durante una hora en Buenos Aires en una reunión para aclarar el tema del monitoreo satelital para la flota que no estaba resuelto desde el área del Consejo. Quedó claro que Argentina había arreglado con Uruguay que se implementaría el sistema en el área del Tratado del Río de la Plata y la zona común de pesca que llega hasta Necochea. Sobre todo en el caso de la corvina rubia que es la vedette de la exportación a China”, explicó.
Desde hace muchos años, el objetivo que persiguen es una mejor funcionalidad de las propias lanchitas amarillas que, en algunos casos están obsoletas y deben ser actualizadas. “Lo que estoy pidiendo hace mucho es la reconversión de la flota. Hay un proyecto sólo que prosperó en Nación, pero nos falta un poco todavía. Estas embarcaciones van a sobrevivir en la medida que puedan tener la libertad de acción en el trabajo que hay por acá. Están pescando lo que se les escapa a los barcos”, señaló.
El problema surge con algunos buques cortan la normal circulación de los cardúmenes, pero amparados por la ley. Es ahí donde las lanchitas amarillas pierden su trabajo y no pueden hacer nada para mejorar la situación: “cuando los peces vienen de norte a sur, te la frenan los buques, te forman un paredón y llega muy poco. Estas embarcaciones están saliendo 100 días al año de manera efectiva, lo que no significa que hayan venido siempre con pescado”, destacó.
Fruto de esta situación, de a poco se fueron perdiendo la cantidad de embarcaciones que están en el puerto aún en actividad y es un número preocupante el que ha quedado. “Había entre 200 y 300 embarcaciones en su momento y de a poco fueron desapareciendo. Hay mucha gente que llegó a una edad avanzada y lo que hacen es vender, en algunos casos incluso mal-venden. De todas esas han quedado 30. Encima se suma la presión de los gomones que también salen de distintos puntos de la costa de la provincia de Buenos Aires y se les han extendido permisos muy similares a los nuestros”, finalizó.