Sobre acuerdos y poder I. La afirmación provino de funcionario municipal de filiación radical que presta servicios en Inspección General: “Sanz ya no le atiende el teléfono a Maxi”. Maximiliano Abad vive su hasta ahora máxima exposición política. Integra la mesa chica del poder en la Provincia, y el grupo que lleva la lapicera que determinará quién integrará y en qué lugar la lista de diputados y senadores de la provincia de Buenos Aires. Junto a Ricardo Alfonsín, Miguel Bazze por la UCR, Jorge Macri, y en la casa del responsable político de la provincia para el PRO, Emilio Monzó, Abad debatió en sintonía con María Eugenia Vidal los tópicos de este delicadísimo tramo del armado de la coalición que busca desalojar al kirchnerismo del poder. No encerrarse a jugar al póker, on-line o en compañía de amigos por horas o días, puede hacer la diferencia.
Sobre acuerdos y poder II. La incorporación de Carlos Fernando Arroyo a la coalición integrada por el PRO, UCR y la Coalición Cívica replica la interna de Capital Federal. La foto de Hernán Lombardi y Gabriela Michetti con Juan Aicega y Vilma Baragiola habla de un juego que en Mar del Plata revela la intensidad que tomará la PASO que aspira a llevarse más del 50% del total de votos. Esta definición marcará el sentido de la elección de octubre. Un momento excepcional se vivió en la Convención Nacional del PRO cuando Macri ensalzó la decisión de Arroyo de incorporarse luego de largos cabildeos, agradeciendo que un director de escuela de toda una vida creyera en el proyecto que corporiza el Jefe de Gobierno de Capital. En ese momento, alguien señaló que Arroyo estaba allí presente (Macri no lo sabía), y los aplausos se escucharon desde la calle.
De decisiones judiciales y justicia. Que haya decisiones judiciales no es igual a que haya justicia. Recientemente, la justicia de garantías entendió que no había, en la conducta de Adrián Alveolite y otros funcionarios de la comuna, actos delictuales de peso para llevarlos a juicio. Hace ya dos semanas que la Fiscalía de Delitos Económicos apeló dicha manda y requirió de la Cámara penal que revea la determinación. Citamos: “En tal sentido soslaya en el relato del jefe de Habilitaciones de Inspección General, Gustavo Nuozzi, quien expuso que no es normal que se clausure un local por la falta del ítem “calidad de ocupación del inmueble”; y omite las constancias en la IPP que exhiben la captura en pantalla del sistema informático del Municipio con la información que fuera inserta cinco días antes de la inspección al local “Carolina”, y que reza “se mandó el legajo a pedido de Nuozzi por una clausura”. Y este es sólo uno de varios agravios que la Fiscalía de Delitos Económicos refiere en su requerimiento a la Cámara. La jueza Lucrecia Bustos dejó páginas enteras fuera de consideración para articular el sobreseimiento de Alveolite y los funcionarios Mónica Vargas y Gustavo Tonello.
Banda de zíngaros. Que tienen y han tenido mala fama, es un hecho. Que esa mala fama los persigue a todos por igual, también. Y que sobre ello puede haber discriminación, ni hablar. Pero hay situaciones que no tienen nada que ver con la mala fama ni con la discriminación. Con pruebas a derecho, el juez pedro Federico Hooft condenó a un grupo de gitanos por estafas en venta de automotores: Sandro y Jorge Castillo, Carlos Demetrio y Miguel Demetrio, todos estafadores en la compraventa de vehículos, condenados a penas menores por acuerdo entre la fiscalía actuante y los defensores de estas familias zíngaras. Parece poco, pero nos dicen que hay otras dieciocho causas próximas a ser sometidas a plenario, y que ahí las condenas irían a términos largos. Sin ánimo de exculpación alguna a estos estafadores, debe decirse que hay una condición que se cumple inexorablemente: no hay estafador sin estafado. Los cuentos que la gente, en su ambición de hacer “el negocio”, se compra, son increíbles. Ampliaremos oportunamente.