Claudia es una vecina del Barrio Divino Rostro que esta mañana, en la 99.9, habló sobre la inseguridad reinante en la zona y los casos que han vivido los vecinos en carne propia: “a mí ya me pasó, me sacaron a mano armada de mi auto y luego quisieron agarrar a mi hijo”, puntualizó.
La inseguridad golpea en Mar del Plata a todos los barrios casi de la misma manera. Esta mañana, Claudia de Divino Rostro contó sus últimas experiencias ante el delito y evidenció una preocupación muy grande por el bienestar de su familia y los vecinos de la zona.
“Todo Mar del Plata está preocupado pero uno ve lo que le pasa alrededor. Estuve toda la semana asustada porque una mujer observó como unos chicos salieron de una camioneta y empujaron a una señora y le llevaron el auto”, comentó inicialmente en la 99.9.
Los efectos de un asalto violento, son los que habitualmente no entran en la consideración de nadie: “esa señora está mal, afectada de los nervios, tiene un problema visual y no puede recuperar su carnet de conducir”, agregó. Claudia también vivió estos problemas en primera persona: “a mí ya me pasó, me sacaron a mano armada de mi auto y volví a vivir violencia porque cuando salgo de mi casa y me subo al auto, viene un pibe que agarra a mi nene por la espalda cuando se está subiendo. Yo arranqué igual y salí con la puerta abierta porque no quería vivir lo mismo”.
A partir de entonces, la sensación de que la pueden robar nuevamente está presente porque los recuerdos no se borran y sabe que los ladrones andan sueltos por el barrio. “Siempre tengo que estar mirando por los espejos porque te aparecen de repente. Nosotros nos salvamos porque se colgó de la campera pero mi hijo tenía el cuerpo dentro del auto”, recordó.
Otro caso que comentó, lo debió sufrir una familia a la cuál no sólo le ingresaron a la casa, sino que tuvo que lidiar con la familia del delincuente que fue atrapado por los propios vecinos: “en Paso y Paunero también se le metieron en la casa a un vecino, lo pudieron agarrar y lo golpearon. Después vino la madre del chico a golpear a la esposa del médico que era el dueño de la casa. Cuando fuimos a la seccional novena nos dijeron que lo tenían que dejar libre porque era menor”.
No hay solución alguna para el ciudadano de a pie, porque no sabe como reaccionar ante estas situaciones violentas: “si los jueces siguen liberándolo, ¿Qué vamos a hacer? No puedo tener un arma porque nunca disparé y no se manejarlas. Los jueces tendrían que pagar con sus bienes personales cuando suceden cosas así”.
En algunos casos, las consecuencias de un asalto son mínimas, pero en otros se tornan más graves. De todas maneras, nadie responde por ello. “Yo tengo un amigo, Wally, que perdió la vista después de un asalto en San Martín y España. Tenía diabetes y se le desencadenó un problema de estrés. A todos nos están acortando la vida sin ningún tipo de derecho”, sentenció Claudia.