El presunto autor del tiroteo se sentó junto a 9 personas y escuchó durante una hora un debate sobre la Biblia.
Dylann Roof, arrestado por la Policía como supuesto autor del tiroteo que ha acabado con la vida de nueve personas en una iglesia de la comunidad afroamericana en Charleston, en el estado de Carolina del Sur (Estados Unidos), recibió una pistola como regalo de cumpleaños de su padre, según ha contado un familiar.
Carson Cowles, tío del detenido, ha contado a Reuters que el padre de Roof le regaló una pistola de 45 milímetros de calibre por su cumpleaños y que entonces el joven parecía estar sin rumbo. «No tengo palabras sobre eso», ha dicho Cowles, en referencia al tiroteo, en una entrevista telefónica con Reuters. «Nadie de mi familia se esperaba algo así», ha añadido.
En un perfil de Facebook que se ha atribuido a Roof, aparece una fotografía en la que se le puede ver con una chaqueta con banderas de la época del apartheid en Sudáfrica y de la antigua Rodhesia, el actual Zimbabue, gobernadas por minorías blancas. Muchos de los amigos de ese perfil son afroamericanos.
Documentos del proceso judicial ponen de manifiesto que Roof fue anteriormente detenido en un centro comercial este año por un delito de drogas y de allanamiento. Dos escuelas en las que estudió no tienen registros de que se hubiera graduado. Su madre, Amy, ha rechazado hacer declaraciones.
El sospechoso tenía en su poder una pistola cuando fue alcanzado por la Policía en Carolina del Norte pero se rindió sin ofrecer resistencia y fue detenido, según ha relatado el jefe de Policía de Charleston, Greg Mullen.
Paralelamente a la investigación se va conociendo lo que ocurrió en el interior de la Iglesia: se sentó junto a 9 personas y escuchó pacientemente durante una hora un debate sobre la Biblia liderado por el pastor Clementa Pickney. Así se puede ver en el vídeo que se ha difundido a través de Youtube, que muestra al joven de 21 años sentado junto a las personas que poco después asesinaría.
Sentado, sin hacer ningún movimiento extraño y sin hablar, aguantó 60 minutos antes de levantarse, sacar su pistola, gritar «estoy aquí para matar negros», y asesinar a 9 personas.