Gran Bretaña cerrará su última mina de carbón subterránea en diciembre, marcando el fin de una industria que mantuvo la economía de la nación en movimiento desde la Revolución Industrial y constituyó todo un símbolo del poderío económico del imperio durante tres siglos.
La última mina bajo tierra del Reino Unido, ubicada en Kellingley, al norte de Inglaterra, cerrará cerca del 15 de diciembre, dijo en un comunicado U.K. Coal Holdings Ltd.. La mina Thoresby de la compañía finalizó su producción.
El cierre de Kellingley marca la salida de la nación de una industria que empleó a más de un millón de trabajadores en 3.000 canteras hace un siglo.
IMPORTACIONES
Desde el año 2.000, las generadoras de energía del Reino Unido, de Electricité de France SA hasta RWE AG, compran más combustible en el extranjero, donde el carbón de Australia hasta Colombia es más barato, de acuerdo a la Federación de Productores de Carbón del Reino Unido.
Los precios europeos han caído a un mínimo de ocho años.
El cierre “sigue a un largo período de condiciones de negocios difíciles, en gran parte debido a los bajos precios internacionales del carbón y las cuestiones geológicas en ambas minas”, dijo U.K. Coal en el comunicado. “La mina de Thoresby data de 1925 y la producción en Kellingley comenzó en 1965”.
El Reino Unido tenía tres minas subterráneas operando a fines de junio.
Una cantera en Hatfield, al norte de Inglaterra, finalizó sus operaciones el 30 de junio luego de no lograr una financiación adicional por parte del gobierno para cubrir los costos de una clausura que se debía completar el próximo verano, dijo ayer por teléfono John Grogan, presidente de fideicomiso de empleados que posee la mina.
Las minas subterráneas representaron el 38 por ciento de la producción de carbón del Reino Unido en abril, y las minas de superficie representaron el resto, mostraron datos del Departamento de Energía.
LAS IMPORTACIONES
Gran Bretaña importó 1,9 millones de toneladas del combustible sólido en abril, en comparación con una producción doméstica de 757.000 toneladas, de acuerdo con el Departamento de Energía. Las compras del extranjero cubrieron un récord del 84 por ciento del consumo total en 2014, en comparación con el 21 por ciento en 1995.
Los trabajadores minero protagonizaron una gran huelga entre 1984 y 1985, durante el pico de popularidad de la premier Margaret Thatcher. La huelga minera paralizó en gran medida la industria del carbón de ese país.
Y fue un momento decisivo en el desarrollo posterior de las relaciones laborales en Gran Bretaña, pues la derrota final de los huelguistas supuso un debilitamiento significativo del movimiento sindical británico.