Jovenes crean una aplicación para cambiarle la vida a personas sordas

Se instala en los celulares y mediante una pantalla táctil y parlante les permite manejarse en situaciones cotidianas.

alumnos-mecanismo-de-vozEn las aulas de una escuela de la populosa barriada berissense de Villa Progreso, en 122 y 80, alumnos de 17 años inventaron un programa informático que en el mediano plazo podría cambiar, literalmente, la vida cotidiana de cientos de miles de personas. O más.
Se trata de una aplicación pensada para celulares que posibilita a quienes padecen sordera “desenvolverse en el día a día” con la misma facilidad con que lo hacen todos, pues el teléfono móvil habla por ellos.
La creación ya fue probada con “rotundo éxito” en un colegio para niños y adolescentes hipoacúsicos. Ganó la etapa distrital y regional de la feria de ciencias, y a un mes de participar en la provincial, a la Técnica 1 de Berisso ya llegaron pedidos de escuelas especiales de los más diversos distritos. Los chicos tendrán que “salir de gira”.

EN ACCION

Es viernes 10, a las 10 de la mañana. Con una concentración que impacta, 14 adolescentes del humilde barrio berissense están sentados, de dos en dos, frente a las computadoras de la impecable sala de informática. Los chicos y chicas se encuentran abocados a mejorar el denominado Software de Voces y Señas (SVS). El logo lo dice todo: una mano abierta con una boca en medio de la palma.
¿Cómo nació la idea? “El año pasado tuvimos que definir un proyecto para desarrollar en séptimo, en las prácticas profesionalizantes, y un compañero sugirió hacer uno para sordomudos. El profe nos orientó, y en marzo empezamos con esto y no paramos”, comenta Johanna Lunge.
La persona entra al banco, toca la pantalla sobre el ícono para extraer dinero y una voz le hace el pedido al empleado
Mientras el “profe”, Gastón Galimsky, prepara la pantalla para mostrar el desarrollo tal como lo hicieron en la feria de ciencias, el director de la institución, Raúl Gerez, y el jefe del departamento de Informática, Carlos Poggi, resaltan que “el colegio tiene la premisa de trabajar sobre cosas concretas que ayuden a la comunidad. Es clave que en una zona deprimida la gente vea que la escuela tiene sentido”, afirman.
Se apagan las luces. Aparece el logo del software y luego una primera pantalla con íconos: banco, carnicería, verdulería, farmacia, kiosco, panadería.
“La persona entra a un banco, y como el empleado que lo atiende no sabe lengua de señas, entonces le habla mediante el celular. Toca la pantalla sobre el ícono ‘banco’ y le aparecen las distintas operaciones”, comenta Gastón y hace la prueba. Pasa el dedo sobre ‘extraer dinero’ y una voz clara y firme dice: “Quiero extraer dinero, por favor”. El empleado preguntará “cuánto”. Al cliente sordo ya se le abrió otra pantalla donde puede armar diferentes cifras para que la voz las reproduzca.
A esa altura, el invento ya capta fuertemente la atención. Ni hablar de lo que sucedió en la fase regional de la feria de ciencias. “Se nos acercaban docentes de escuelas especiales y nos preguntaban si podían llevarse la aplicación, porque nos decían que no existe nada así”, relatan los alumnos, y el profesor Galimsky aclara que “si bien ya lo instalamos en el Colegio Santa María de La Plata, tenemos pedidos de todos lados”. “Vamos a recorrer escuelas, salimos de gira”, apunta sonriendo la estudiante Jimena Casal.
En rigor, la letra de la propuesta resalta que “en el estudio realizado para poder encarar este proyecto no se tomó como referencia ningún software existente en el área, ya que se sabía de antemano que los programas que hay para gente sorda hipoacúsica son de alto costo y de poco acceso para los usuarios”. “El grupo desarrolló la plataforma gráfica, el diseño de botones, fondos, audios, etcétera, sin tomar en cuenta ninguna plataforma de las que hay en el mercado”, se realza.
Ese estudio que debieron encarar los chicos desde cero incluyó visitas a escuelas especiales y charlas con docentes de la modalidad para saber “exactamente qué requieren los niños, adolescentes y mayores sordos”.
Aprendieron, entre cientos de cosas, que sólo el 2% de la población mundial sabe trabajar con lengua de señas. O sea, nada. Quienes padecen sordera “tienen enormes dificultades para realizar actividades simples y rutinarias; además, si bien hay sordos que manejan señas y leen, hay muchos que no saben ni una cosa ni la otra, incluso adolescentes y mayores”, dijo el profesor citando a las especialistas, para agregar que “el problema mayor en las escuelas los tienen con los chiquitos. ¿Cómo piden todo lo que necesitan?”, se pregunta basándose en las charlas con las maestras.
Partiendo de esa realidad, el programa se armó con íconos acompañados por señas y palabras.
Algunos ejemplos. Al entrar a un kiosco, el usuario tiene una lista casi infinita de artículos. En verdulería, puede elegir entre frutas o verduras. En carnicería, distintos cortes y cantidades expresadas en kilos. Cada pedido finaliza con la frase “por favor”, y la despedida siempre es un “gracias”. Las opciones Si y No están bien a la vista. Al igual que el rubro emergencias (policía, ambulancia, bomberos).
“Ahora se le está agregando la opción ‘voz femenina’, ya que para una mujer puede ser chocante comunicarse mediante una voz de hombre. En cuanto a los comercios, se está añadiendo pizzería, uno muy pedido por los eventuales usuarios”, dicen los chicos.
El desarrollo fue realizado para Android, una “aplicación que será gratuita, de modo que en un tiempo cualquier persona sorda en cualquier lugar del mundo se podrá bajar el programa a su celular”, subrayó el docente de Villa Progreso.
Los chicos, en tanto, siguen mejorando el software, pensando más en quienes lo van a usar que en la competencia que se realizará en agosto: la etapa provincial de la feria de ciencias a la que accedieron con un puntaje de 94,66 sobre 100 (ver aparte). Adolescentes que, con estudio y esfuerzo, se superan y ayudan a otros a vivir mejor.