Desde la ONG Paren de Demoler siguen reclamando que se cuide la estatua a Cristóbal Colón que fue trasladada a la Costanera: “mientras estuvo en la guarda del Gobierno Nacional no se pudo entrar a ver como estaba, incluso lo pidieron legisladores, pero no hubo manera de entrar”, indicó la Dra. María del Carmen Arias Usandivaras.
El traslado de la estatua de Cristóbal Colón a la Costanera, ha desatado un nuevo capítulo de esta larga historia que, en un momento, había puesto como destino a Mar del Plata. Esta mañana en la 99.9 habló una de las integrantes de la ONG Paren de Demoler, María del Carmen Arias Usandivaras y remarcó que “una colectividad nos hizo un regalo por el Centenario de la Revolución de Mayo y ahora se lo han llevado, verlo desaparecer así nos da una tristeza impresionante”.
Lo que principalmente reclaman, es el daño irreparable que se le ha hecho a la figura después de tanto tiempo en la posición incorrecta: “tiene daños en la parte trasera. Estuvo apoyado dos años sobre madera y tiene pegados unos pedacitos de diarios. Mientras estuvo en la guarda del Gobierno Nacional no se pudo entrar a ver como estaba, incluso lo pidieron legisladores, pero no hubo manera de entrar. Todo lo que vimos fue a través de las rejas. Es una vergüenza que ni siquiera un legislador lo haya podido hacer”, puntualizó.
Si bien la consistencia de los materiales también genera que no se deteriore demasiado la estatua, pretenden que lo puedan revisar especialistas para determinar el daño sufrido: “el mármol es muy noble, pero la posición en la que estuvo estos años no es la que correspondía. Esperemos que algún especialista en conservación pueda acercarse para ver como está. La figura está entera, pero es una vergüenza”.
Además de recaer sobre el gobierno nacional que fue el que, principalmente impulsó estos movimientos, la Dra. Arias Usandivaras, también señaló a Mauricio Macri como responsable: “el Gobierno de Buenos Aires ha sido cómplice. Primero hubo indiferencia a los amparos donde podría haber acompañado, después se fue transformando en acompañamiento pero porque firmaron un convenio para retirarlo de la plaza. Las dos actitudes son malas, pero la de la Ciudad sería peor porque es un Monumento que nos pertenece y no lo han cuidado”.
Los reclamos que han realizado se extendieron durante más de dos años, pero han dejado en claro nuevamente que no están en contra de la colocación de una nueva estatua: “nadie dice que Juana Azurduy no pueda estar en la misma plaza incluso porque hay mucho lugar, pero no reemplazar uno por el otro. Un detalle significativo es que ningún monumento de la Ciudad se puede emplazar sin que haya una ley en la legislatura porteña y en este caso no la hay”, aclaró.
La justicia fue otra de las patas fundamentales que no funcionó como era debido para evitar que esto sucediera, a pesar de que también el gobierno desoyó los reclamos: “hemos tenido algunos resultados judiciales muy importantes, pero la justicia no se expidió con la rapidez necesaria”, finalizó.