El dato surge de un programa digital que comenzó aplicarse en escuelas primarias bonaerenses. Un 18% son obesos.
Con una nueva herramienta digital, las autoridades sanitarias de la Provincia lograron comprobar estadistícamente una realidad que pediatras y nutricionistas vienen observando en los últimos años por el aumento en el consumo de grasas y el sedentarismo entre la población infantil: cuatro de cada diez escolares bonaerenses tienen exceso de peso y, casi la mitad de ellos, al grado de sufrir ya obesidad.
Los datos surgen de la aplicación en escuelas de un software antropométrico creado por el ministerio de Salud para evaluar el estado de salud general de los chicos de entre 6 y 11 años que concurren a establecimientos de la Provincia a fin de detectar en forma rápida si tienen sobrepeso, obesidad o alta presión. Para eso se cargan los datos de edad, estatura, peso y tensión arterial de cada uno de ellos, y el programa calcula tanto su índice de masa corporal (un indicador del estado nutricional) como su riesgo de hipertensión.
De acuerdo con los datos preliminares de ese relevamiento, el 24,2% de los chicos de entre 6 y 11 años presenta exceso de peso, mientras que otro 18,4 % sufre algún nivel de obesidad en función de los parámetros fijados por la Organización Mundial de la Salud.
El sistema de registro, que es muy sencillo, “fue pensado para alivianar el trabajo de los municipios, que son los encargados de enviar los datos a la Provincia. Primero se carga la fecha de nacimiento del niño, y el programa calcula automáticamente la edad en años y en meses; luego se suman talla y peso para que el software devuelva el índice de masa corporal. Por último, también se incorpora la presión arterial sistólica y diastólica para conocer si el niño tiene presión arterial elevada, siempre de acuerdo a los parámetros que establece la OMS”, señaló Daniel Otero, uno de los diseñadores del nuevo software.
Si bien hasta ahora son apenas nueve los distritos donde ha comenzado a aplicarse esta herramienta digital (Brandsen, Ezeiza, General Belgrano, Ituzaingó, Marcos Paz, Morón, San Vicente y Las Flores), las autoridades sanitarias esperan extenderlo a todo el territorio de la Provincia, para lo cual han desarrollado un manual de uso que prevén distribuir.
Conscientes del “preocupante aumento en la prevalencia de sobrepeso y obesidad en la niñez”, las autoridades sanitarias advierten que más allá de los problemas que estas condiciones causan en sí mismas, también pueden conducir a otros serios trastornos de salud, como la diabetes, la insuficiencia cardíaca y la hipertensión.
“Se estima que 3 de cada 10 chicos y adolescentes que presentan sobrepeso entre los 10 y 14 años, serán adultos obesos”, explicó la coordinadora del Programa Armando Salud, María Laura Sansalone, quien asegura que si no se actúa rápido el problema se puede agravar.
“Sostenido en el tiempo y sumado a malos hábitos como el sedentarismo, el sobrepeso puede derivar en hipertensión arterial, una enfermedad erróneamente vinculada sólo con el mundo adulto: su prevalencia en la infancia es del 1 al 3 por ciento, alcanzando el 10 por ciento en la adolescencia. A través de la grasa corporal que comienza a alojarse en las arterias se produce una presión mayor en el tránsito de la sangre y en consecuencia un mayor gasto cardíaco”, advierte la profesional.