Expertos creen que la publicación de datos de usuarios del sitio disparará divorcios y recuerdan que nada se elimina de la web.
El hackeo de la web más popular para infieles del mundo y la reciente publicación por parte de los hackers de algunos de los datos de sus usuarios instaló un fuerte debate, con múltiples aristas en todo el mundo.
En el marco de ese debate volvió a ponerse en tela de jucio la intimidad en Internet, pero no sólo eso. También se espera una catarata de pedidos de divorcio derivados de la revelación de los datos de los usuarios. Y aunque es dable esperar una similar cantidad de demandas por daños y perjuicios a la empresa que vio vulnerada su seguridad, lo cierto es que los expertos dicen que es poco probable que esos juicios prosperen, porque costará probar que fueron afectados.
En medio de la polémica. expertos salieron a recordar que nada se elimina del todo de la web, inclusive los datos privados. Y que los datos más sensibles se comparten mucho más de lo que los usuarios por lo general creen.
“UN RECODATORIO DE QUE NADA SE ELIMINA DEL TODO”
La filtración de datos del sitio Ashley Madison – que se promueve como un sitio que facilita las relaciones extramaritales- es un enorme recordatorio para todos los usuarios de la red: nada queda eliminado del todo, inclusive los datos privados.
Los hackers, que robaron datos hace casi un mes y luego los difundieron en internet esta semana, dijeron en un comunicado que el ataque cibernético fue en parte por la fraudulenta promesa de Ashley Madison de eliminar completamente la información de los usuarios por una tarifa de 19 dólares.
El portal, cuyo lema es “La vida es corta. Ten un amorío”, asegura tener 39 millones de miembros en distintos puntos del planeta.
Los hackers también dijeron que la empresa no borraba la información, aunque sí cobrara la cuota. Avid Life Media Inc., empresa con sede en Toronto y dueña de Ashley Madison, no hizo comentarios sobre la acusación de los ciberpiratas. Un portavoz de la compañía no respondió a varios mensajes para opinar al respecto.
Es virtualmente imposible existir en la sociedad moderna sin poner algo de información personal en internet. Mucha gente no pasa un día sin entrar a la red para comprar, pagar una factura o revisar su estado de cuenta bancario.
La gente se acostumbró a confiar su información personal más valiosa a las compañías, pero también necesitan saber que toda esa información se comparte más de lo que ellos esperarían, aseguran expertos en privacidad.
Antes de dar clic en “aceptar”, detengámonos un momento y pensemos antes de dar información personal en cualquier sitio web, recomienda Michael Kaiser, director ejecutivo de la Alianza Nacional en Ciberseguridad, un grupo financiado por la industria que educa a los consumidores en temas de seguridad cibernética.
“La información personal es como el dinero, no se da así nada más”, agrega Kaiser. “En el entorno donde estamos justo ahora, uno tiene que valorarla y pensar en protegerla en todas partes donde se vaya a internet”.
Eso significa echar un vistazo a la página en internet de una empresa para darse una idea de cuánto valoran la seguridad de la información e incluso preguntarles sobre sus prácticas de retención de datos. Los bancos y las empresas grandes de comercio al por menor, que están muy interesadas en que la gente compre por internet, posiblemente son mejores apuestas que un sitio de citas.
“Ashley Madison realmente cobra por eliminar la información personal cuando se elimina una cuenta”, agrega el experto. “Esta es una gran pista sobre cómo se sienten sobre tu información personal”.
Cuando se trata de sitios de comercio electrónico, a muchos consumidores les gusta ya tener guardada su información personal y de otro tipo, o cuando los buscadores completan automáticamente los formatos con nombre, dirección y otros detalles, dice Peter Tyrrell, de la firma de seguridad Digital Guardian. Mientras, la preocupación por el robo de datos ha hecho que las empresas respalden información importante en varios lugares.
Sin embargo, ambas prácticas aumentan la probabilidad de que la información pueda filtrarse. Esto significa que aún cuando una persona cree que su información ya fue eliminada permanentemente, hay posibilidades de que existan por ahí copias flotando en algún lugar.