La actriz quiere evitar que Richard Glossip reciba la inyección letal. Fue sentenciado por ordenar, supuestamente, el asesinato de un individuo.
A veces los papeles de la pantalla se funden con la vida real. Es lo que parece que le está sucediendo a Susan Sarandon, quien ha iniciado una cruzada para salvar a un hombre de la pena de muerte después de recibir una llamada de ayuda de la Hermana Helen Prejean, a quien ella dio vida en la pantalla en la película «Dead Man Walking», papel con el que consiguió un Oscar.
La actriz de 68 años ha señalado que tras recibir la llamada comenzó la campaña para evitar que Richard Glossip, de 52 años, reciba la inyección letal, pautada para le próximo 16 de septiembre.
«La Hermana Helen Prejean me llamó y convenció de que este hombre, Richard Glossip, era inocente y necesitaba otra oportunidad para tener una mejor representación y mostrar nueva información que siembre la duda razonable sobre su culpa, y le libre de la ejecución», ha dicho Sarandon a «People».
Glossip fue arrestado en 1997 por su conexión con el asesinato de Barry Van Treese, un hombre que fue golpeado hasta morir en un motel de Oklahoma del que era dueño. Justin Sneed confesó haber asesinado al hombre pero señaló que había actuado bajo órdenes de Glossip, encargado de reparar averías en el hotel.
A pesar de las dudosas evidencias, Sneed fue condenado a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional, y Glossip fue sentenciado a muerte.
Sarandon ha señalado que ha decidido ayudar con sus medios y presencia pública ya que Glossip ha agotado casi todas las vías legales. Ella misma ha lanzado varias campañas online para recaudar firmas que avalen la petición para detener la ejecución. [Change.org][Moveon.org] Una de las peticiones supera las 180.000 firmas y otra 43.006.
«Esperamos que el gobernador se pronuncie y pida por una audiencia de clemencia, para que ahí se muestre la información que hasta ahora no ha salido», ha dicho Sarandon.
La actriz ha apuntado que lo único que vincula al sentenciado a muerte es el testimonio de Sneed, que se contradijo varias veces. Sarandon considera, al igual que otros que apoyan la inocencia del hombre, que Sneed mintió sobre el crimen para escaparse él de la pena de muerte.
La hija de Sneed también apoya la petición de Sarandon. La joven dirigió una carta de clemencia a la junta de Oklahoma el año pasado. «Creo firmemente que Glossip es un hombre inocente en el corredor de la muerte. Ya una vida inocente ha sido tomada por las acciones de mi padre. Una segunda vida no merece ser arrebatada», dijo.
El 10 de agosto, la junta que decide las ejecuciones señaló en un comunicado que no tenía intención de retrasar la inyección letal. «El estado de Oklahoma está preparado para hacerlo pagar por sus crímenes y seguirá adelante con su ejecución programada».