El candidato a gobernador de la Provincia de Buenos Aires por el massismo, Felipe Solá, habló en la 99.9 sobre la problemática de las drogas que no es abordada por el gobierno: “el avance sucede porque es lo que menos resistencia encuentra ni del estado nacional, ni del provincial, ni del municipal”. Además, analizó distintos temas relacionados a este flagelo.
El avance de la droga en la provincia de Buenos Aires es un tema central en la opinión pública y sobre todo en Mar del Plata, después del informe presentado por Jorge Lanata. Dentro de la campaña a gobernador se transforma en un punto clave, aunque algunos de los candidatos tratan de esquivarlo.
Felipe Solá, quien aspira a ser nuevamente el gobernador de la provincia de la mano del Sergio Massa, indicó en la 99.9 que “el primer tema sobre el que hay que tener una acción concreta y una decisión, es el avance del narcotráfico y las adicciones. Es lo más grave que le está sucediendo a la Argentina y es lo que crece más rápido. Esto sucede porque es lo que menos resistencia encuentra ni del estado nacional, ni del provincial, ni del municipal”.
En el centro de la escena, por las acusaciones constantes y su candidatura al mismo puesto es Aníbal Fernández, contra quien fue muy duro Solá: “a Aníbal Fernández no le mueve el amperímetro lo que dicen aquellos que lo acusan, pero tampoco se lo mueve el aumento de las adicciones del 2008 al 2014, el aumento del 300% de la drogas sintéticas o de diseño. Estamos como estamos, porque el que fue jefe histórico de la estrategia de lucha contra el narcotráfico no se le mueve el amperímetro con nada”, opinó.
Para cortar el avance de la droga, durante su gobierno, los programas de contención desde los propios barrios habían sido una herramienta importante, pero de a poco en la gobernación de Daniel Scioli se fueron desmontando. “Los programas los tenes que militar, estar enamorado de ellos y tenerlos a rienda corta o sino no existen. Los que tienen éxito son aquellos que cuentan con la colaboración del pueblo. Nosotros conseguimos una gran cantidad de información con estas redes, incluida la captura de la banda más grande de secuestradores que tuvimos”, ejemplificó.
Esta intención de no ser fuertes con la droga termina socialmente impactando en la vida de la gente y en su cultura, algo contra lo que Solá advierte que también hay que ir profundamente: “el paco, la peor droga de todas, no es cara y hay que vender mucho, hay que copar muchos barrios. No hay un quiosco que venda 10 kilos de paco o haga ventas mayoristas. El problema es el cambio de todo para peor en un barrio. Que la cultura sea la ley del más fuerte, es muy malo”. Incluso comparó el problema que puede tener un país como Colombia comparado con Argentina: “Colombia no tenía consumo, tenía organización de venta, es la gran diferencia. En Argentina, el consumo es el tema central”.
La principal herramienta tiene que venir desde el estado, hoy ausente en este tema y hasta cómplice de este evidente avance que se insiste en negar: “si en el SEDRONAR no se hace nada y un empleado empieza a comprobar el ingreso de efedrina que se ha incrementado y a vos no te pasa nada o no te das cuenta, hay un adormecimiento total del estado y viene de Aníbal Fernández”, acusó.
En cuanto a las medidas que se pueden adoptar, Solá destacó la posibilidad de clasificarlas: “los efectos, por ejemplo, de la marihuana son terribles en los chicos, es una droga blanda, el resto son drogas duras incluido el alcohol”.
Justamente en ese punto, consideró que se debe actuar duramente con el consumo de alcohol porque también es un peligro constante y termina generando la pérdida de vidas: “si vos tomás de mas en cualquier hora, te convertís en una persona con un cambio de comportamiento, algo que no sucede con el cigarrillo. Podés subirte al auto y matar a alguien o tomar una decisión violenta; eso se tiene que saber”, dijo.
Por último, desestimó que su pedido de recuento de votos y apertura de urnas sea viable, pero anticipó que la semana próxima habrá novedades: “el escrutinio no ha terminado, pero no se va a abrir ninguna urna. No tienen tiempo porque el 5 de septiembre tienen que estar los candidatos y en el medio tienen que informarle a los responsables de los partidos para que repliquen. Lo que hicieron fue comparar los telegramas con los certificados firmados al pie de la urna. Algunos votos he recuperado, pero no sé cuantos hasta la semana que viene”, finalizó.