Forsyth confesó que fue espía del MI6 británico por 20 años

Lo revela en una autobiografía. Además de escribir notas periodísticas, enviaba informes secretos; según lo indicado por el propio novelista.

Frederik-ForsythEl escritor británico Frederick Forsyth reveló haber realizado misiones para el MI6, los servicios de Inteligencia británicos, en pasajes de su autobiografía publicados este domingo por el Sunday Times.
Forsyth, autor de “Chacal”, “Odessa” o “Los perros de la guerra”, afirmó que había trabajado durante más de 20 años para el MI6 en Biafra, Alemania Oriental, Rodesia y Sudáfrica.
El novelista cuenta que un miembro del MI6 llamado “Ronnie” lo contactó en 1968, mientras trabajaba como periodista independiente, porque deseaba tener “un elemento en el corazón del enclave nigeriano de Biafra”, donde hubo una guerra civil entre 1967 y 1970.
“Cuando regresé al bosque tropical, el MI6 contaba con uno, yo”, escribe Forsyth, de 77 años, en sus memorias tituladas “The Outsider”, que se publicarán el mes que viene. Durante su estancia en Biafra, el escritor redactó artículos sobre la situación humanitaria y militar del país, al tiempo que enviaba informaciones a Ronnie “que, por distintos motivos, no podían salir en los medios”.
El último año de la guerra mandé tanto noticias a los medios como informes adicionales a mi nuevo amigo”, dijo. El escritor aceptó comprobar para el MI6 si, a diferencia de lo que decía el propio Ministerio de Exteriores de Reino Unido, “estaban muriendo niños a manos de la dictadura de Lagos”, según señaló la BBC.
El novelista sostuvo que no cobró honorarios por ese trabajo. “Se trataba de un acto voluntario en un ambiente que era, por aquel entonces, muy diferente, con la Guerra Fría a todo trapo”, declaró el autor, que también contó que sí recibió como contraprestación la aprobación del MI6 para narrar sus experiencias reales como espía. “Me decían que les mandara las páginas para que las aprobaran o las censuraran. Por lo general, la respuesta era ‘­OK, Freddie!’”, indicó Forsyth.
Luego, en 1973, se le pidió que llevara a cabo una misión para el MI6 en la comunista Alemania Oriental. “Su propuesta era sencilla. Había un elemento, un coronel ruso, que trabajaba para nosotros desde la parte profunda de Alemania del Este y tenía un paquete que necesitábamos sacar del país”, cuenta. Forsyth viajó hasta Dresden en un Triumph descapotable y recibió el paquete de manos del coronel ruso en los baños del museo Albertinum.
“‘No hay manera de que pase como alemán’, me dijeron, ‘así que diga que es turista británico y saque el paquete”, explica Forsyth que le dijeron al encargarle la misión. Al parecer, el plan estuvo a punto de fracasar porque la Policía alemana le hizo detener el coche en el que viajaba, con los documentos que había conseguido, en la frontera de Baviera, agrega el literato.
Forsyth admite que ha decidido hacer estas revelaciones porque ha pasado mucho tiempo y porque ya no existe la Alemania del este ni los servicios secretos KGB de la extinta Unión Soviética.
En Rodesia, el actual Zimbabue, se le pidió que evaluara las intenciones del gobierno durante los años 1970. Luego, en los años ‘80 se le encargó descubrir lo que prevía hacer el gobierno sudafricano con sus armas nucleares tras el final del apartheid y la llegada del Congreso Nacional Africano al poder.
El escritor precisa, además, que recibió la ayuda de varios miembros del MI6 en la búsqueda de información para sus libros. Forsyth, que escribió 20 novelas de las que vendió más de 70 millones en el mundo, ya había reconocido haber financiado un intento de golpe de Estado en Guinea Ecuatorial en 1973. En “Los perros de la guerra”, describía un intento de golpe en un país africano ficticio.