El fiscal Walter Martínez Soto se mostró alarmado en la 99.9 por la liberación de Adrián Fernández, condenado como partícipe primario en el crimen de Dardo Molina. “Tengo 30 años de carrera desde muy abajo en el Poder Judicial y puedo asegurar que cuando entré al poder judicial no era esto”, aseguró.
La liberación de Adrián Fernández ha generado nuevamente desconfianza en la justicia de Mar del Plata. Al sujeto condenado como partícipe primario del crimen de Dardo Molina, todavía le quedaban años por cumplir y sin previo aviso, lo dejaron en libertad.
El fiscal del fuero penal-juvenil de Mar del Plata, Walter Martínez Soto fue muy duro en la 99.9 con esta decisión: “estamos muy preocupados con mis colegas porque los problemas son peores hoy que cuando empezamos a trabajar. Estamos próximos a cumplir una década con esto y no hay conciencia de los problemas que existen”.
Puntualmente sobre la resolución adoptada en la causa por el crimen de Dardo Molina, señaló que el hecho de ser condenado como partícipe primario marca que “sin él, el hecho no se podría haber cometido y tiene la misma pena que el autor material del hecho. No es un dato menor”.
La interpretación que se utilizó para dejar en libertad a Fernández es completamente inédita para Martínez Soto: “la pena fue de 7 años después de un par de recursos que presentó la defensa, pero la declaración de responsabilidad no quedó firme. Eso no existe en ninguna parte del mundo. Al no estar firme esa porción de la condena fue considerado como procesado. Esa interpretación no la vi nunca en mi vida”, señaló.
El problema que planteó el fiscal, es que definitivamente podrá recaer en el delito: “Fernández tenía vínculos muy importantes con la policía y que le abrían dado rienda suelta para que cometan sus fechorías y ahora vuelve a la calle. Me llena de dudas la posibilidad cierta de la vía recursiva porque está acotada para la fiscalía y es mucho más amplio para la defensa”, agregó sobre sus posibilidades de revertir esta decisión.
La reinserción de los detenidos, es algo que no está activo en nuestro país y es algo que reclaman desde el ministerio público. “Lo único que quiero es caminar por la calle tranquilo y que la gente viva en paz, pero esto no trae paz, trae reacción. Pedimos desde la fiscalía que haya un plan cierto de reinserción social, no que le abran la puerta de la celda y se vaya”, reclamó. Luego advirtió que “este tipo de fallos se dan en lo cotidiano, lo que pasa que nosotros no lo damos a conocer todo el tiempo. No es algo nuevo”. Habitualmente se encargan de pedir la intervención del estado para controlar a estos delincuentes pero no hay respuesta: “los abordajes y los planes que se tienen previstos, no son acordes con la realidad. Desde la fiscalía pedimos la ayuda de entes municipales o provinciales, pero no tenemos esa ayuda”.
Incluso denunció públicamente que desde algunos sectores gubernamentales se colabora con la liberación de los presos: “el año pasado había sido entregado un joven en custodia a un organismo del estado. A mitad de camino le preguntaron que quería hacer, si se quería bajar o ir a una entidad de abrigo provisorio. Lo dejaron bajar en el medio de la ruta y el chico al rato volvió a cometer un delito”, contó azorado.
La justicia ha cambiado notablemente con el correr de los años y Walter Martínez Soto desde su función fue testigo de ello: “tengo 30 años de carrera desde muy abajo en el Poder Judicial y puedo asegurar que cuando entré al poder judicial no era esto. La vocación de algunos operadores no era la de hoy que esperan sólo para cobrar el sueldo”, indicó a modo de conclusión.