Identificado oficialmente como hombre, dice no sentirse ni masculino ni femenino.
Un tribunal francés ha reconocido, en primera instancia, por vez primera en este país el sexo neutro de un individuo. La persona que ha logrado tal primicia tiene 64 años y ha vivido hasta ahora identificado oficialmente como un hombre, a pesar de que sus órganos sexuales no están lo suficientemente desarrollados y él no se siente cómodo ni como hombre ni como mujer. Para la Federación de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales de Francia (LGTB) es una victoria importante y la federación ha brindado su apoyo a ese individuo en caso de que tenga que llevar su asunto a un tribunal de casación.
Según la presidenta de LGTB, Stéphanie Nicot, no hay en Europa todavía ningún caso similar. “Solo en Alemania hubo una victoria parcial al condenar a un médico por mutilar a un niño transgénero”, dice Nicot. “Esta es una decisión judicial en primera instancia y habrá apelación, pero creo que afortunadamente el reconocimiento del sexo neutro, el fin del sexo binario, va a llegar y eso acabará con el sufrimiento de mucha gente”.
El gratuito 20 Minutes ha dado este lunes la noticia en exclusiva. El tribunal de gran instancia de Tours dictaminó el pasado 20 de agosto el reconocimiento del sexo neutro a esta persona que desea mantener el anonimato, y que nació según los datos médicos con “una vagina rudimentaria”, un “micro pene” y sin testículos. El protagonista de esta demanda ha contado a 20 Minutes que los médicos le recetaron testosterona cuando tenía 35 años. “Mi apariencia se masculinizó. Fue un shock. No me reconocía. Eso me hizo tomar conciencia de que no era ni un hombre ni una mujer”.
El fiscal Joël Patard ha declarado a la agencia France Presse que ha apelado la sentencia no por oponerse a la misma, sino para obtener la posición de un nivel de la jurisdicción distinto. “Al fin y al cabo afecta a todo el corpus legislativo y reglamentario del que disponemos”, ha dicho Patard.
Durante la adolescencia, según ha declarado a 20 Minutes esta persona, comprendió que no era un chico como los demás. “No tenía barba y mis músculos no se desarrollaban. Veía como mis compañeros se transformaban mientras yo no lo hacía”… “Al mismo tiempo, me era imposible convertirme en una mujer. Tampoco tenía pecho”. Para Nicot, lo importante es que el Estado reconozca la identidad de las personas tal como ellas se identifican a sí mismas.
Solo se tiene noticias de un caso similar en Australia, donde en 2010 el Gobierno de Nueva Gales del Sur reconoció en un documento a un británico como persona residente en ese país de “sexo no especificado”. Cuatro años más tarde, el Tribunal Superior de ese país consagró ese derecho.