El empresario compró en efectivo el Learjet 35 a los hermanos Juliá

Báez pagó 1.500.000 dólares a los argentinos que están presos en España por narcotráfico.Learjet-35Antes de ser de su propiedad, el empresario Lázaro Báez le alquilaba el avión Learjet 35 a Gustavo Juliá. Y el piloto que lo conducía full time era Eduardo Juliá. Los hermanos Juliá están presos en Barcelona desde enero de 2011 por el contrabando de casi una tonelada de cocaína en un lujoso jet.
Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes del mercado aeronáutico. Pero en 2007 el empresario patagónico compró la aeronave en casi 1.500.000 dólares, que pagó en efectivo, según las fuentes consultadas.
“Báez le alquilaba el avión a Gustavo Juliá para hacer viajes entre Buenos Aires y Río Gallegos, en Santa Cruz. El piloto siempre era Eduardo Juliá. Hasta que se decidió y compró la aeronave”, afirmó una fuente aeronáutica.
La compra tuvo lugar en 2007, pero el Learjet 35 fue enviado a Estados Unidos a la empresa Bombardier, fabricante de la aeronave, para hacerle una puesta a punto.
“El avión no valía los casi 1.500.000 dólares que pagó Báez, sobre todo por el uso que tenía. Le hicieron una refacción bastante grande y le cambiaron el color verde que tenía cuando estaba en manos de Juliá por uno negro. Por los arreglos se habrá pagado otro millón de dólares”, añadió el informante.
En realidad, la empresa dueña del Learjet 35 era Marla Jet, manejada por una mano derecha de Gustavo Juliá. Otro hermano del ahora condenado por tráfico de drogas figuró como gerente, según publicó el diario Clarín en 2013, cuando el programa Periodismo para todos reveló el presunto lavado de dinero de Lázaro Báez.
En 2011, la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) le retiró a Marla Jet la autorización para explotar servicios no regulares internos e internacionales de transporte aéreo de pasajeros.
Después de la compra del Learjet 35, Báez, según las fuentes consultadas, contrató para algunos vuelos a Eduardo Juliá.
Los hermanos Gustavo y EduardJuliá, hijos del fallecido brigadier José Juliá, jefe de la Fuerza Aérea durante el gobierno de Carlos Menem, protagonizaron las tapas de los diarios en enero de 2011, cuando fueron detenidos en el aeropuerto catalán de El Prat con 944 kilos de cocaína ocultos en su lujoso jet Bombardier Challenger 604.
Durante un juicio hecho en diciembre de 2012 ambos fueron condenados a 13 años de prisión.
Según la ley española, el tráfico de estupefacientes tiene una pena de entre nueve y 12 años, pero se pueden sumar hasta seis años más si hay circunstancias agravantes, entre las cuales justamente se cuenta el uso de una aeronave.