TOP TEN 943

Escurridizo como Boogie el aceitoso, el fiscal general de cámaras ha logrado eludir la identidad de su padrino para acceder a la magistratura federal en la que tan destacada tarea cumple al servicio del poder. Más en Malas Lenguas de la presente edición.

Por décadas secretaria adjunta en el Sindicato de Prensa de Mar del Plata, dio su testimonio en el juicio a la CNU. Un pasado triste no redimido: siete veces citó la condición de sirvienta de su madre como explicación para su visión de la política y sus conductas personales. Folletín social y confusión discursiva total.

Va de salida, en un escenario que se agrava por las manifestaciones de impunidad de su mandante Florencio Aldrey Iglesias, que hace a su antojo sin control y pasando por encima de todos.

Aupado y protegido por el poder, declaró ante la fiscalía que investiga su participación en el hecho que marcó su presente: un disparo que pudo ser mortal y no se llevó la vida del joven Santiago Sebo de pura casualidad. ¿Yo señor? ¡No, señor! Difícil la parada negadora con tanta prueba y testigo en el expediente.

Pochoclero, ciudadano, va por todo, no se calla ni se arredra. Enfrenta a la “elite” de la Peatonal, que actúa como si fuera la dueña exclusiva del espacio público. Un ejemplo.

Quedó expuesto. Sabe que la venta de alimentos no envasados en la vía pública es ilegal. Peeeero, como dice en la “conversa” con los choripaneros, “muchachos, todo bien, yo hago la vista gorda”. Gorda le va a quedar la vida con la indigestión de procesamientos que se le vienen en semanas más.

Se hace el piola. Cree que va a poner nerviosa a alguna gente mintiendo y utilizando información confidencial. Se le viene una noche tan cerrada y de vientos más intensos que el huracán Patricia. Y no será sólo tormenta tropical.

Ay, pobre gente: se quedan si amo, sin cordel y sin chequera. Vocación de alcahuetes no les falta, así que percibiendo de antemano los vientos de cambio, que ya no van a virar, algunos cambiaron de rumbo, y al candidato visiblemente triunfante lo tratan entre algodones primorosos. Igual no alcanza: tanto pecado no será fácilmente perdonado.

Si hay una cueva de Alí Babá y los ladrones, ese es el Instituto Provincial de la Vivienda. Nuestra investigación central de esta semana se adentra en el tema, y demuestra que plata hay, pero se la afanan sin ninguna discreción. De la fortuna acumulada por estos hermanitos gremialistas, habrá novedades prontas, y de peso.

Millonario de década híper ganada para él, Horacio es dueño de una propiedad en El Tigre por la que desembolsó millones de dólares. Se va habiendo desguazado el sector de vías navegables, sin denuncias y lejos de la vocinglería de años atrás, cuando era una de las voces que señalaba los acuerdos del poder.