Se trata de Lucio Ángel Vallejo Balda que se desempeña como secretario de la Prefectura de Asuntos Económicos de la Santa Sede, también llamado el nuevo gerente del Papa Francisco.
Algunos ya lo han bautizado como un segundo Vatileaks y, de hecho, tiene todos los ingredientes para que así sea. La Gendarmería vaticana detuvo este fin de semana al prelado español Lucio Ángel Vallejo Balda, de 54 años y secretario de la Prefectura para Asuntos Económicos de la Santa Sede, a quien acusa de “sustraer y divulgar noticias y documentos reservados” del Vaticano, según informó la Santa Sede este lunes a través de un comunicado.
Asimismo, las autoridades vaticanas arrestaron a la seglar italiana Francesca Immacolata Chaouqui, de 33 años y consultora para la reforma económica y organizativa de la Santa Sede, pero la dejaron en libertad poco después por su “colaboración en la investigación”, indica el mismo comunicado.
Tanto monseñor Vallejo Balda, que es miembro del Opus Dei, como Chaouqui, formaron parte de la Comisión para el estudio de las actividades económicas y administrativas de la Santa Sede, que el Papa Francisco creó en julio de 2013 y después disolvió una vez dicha comisión cumplió su cometido: revisar las cuentas y tarjetas de crédito del Vaticano y hacer propuestas para una mejor gestión económica de la Santa Sede.
Según una investigación llevada a cabo por la magistratura vaticana, ellos dos serían las personas responsables de filtrar información reservada para la publicación de dos libros sobre la Santa Sede que pronto verán la luz y que pueden ser una auténtica bomba de relojería: ‘Via Crucis’, de Gianluigi Nuzzi, y ‘Avarizia’, de Emiliano Fittipaldi. Ambas obras saldrán al mercado en Italia este jueves, y también se publicarán en más de una decena de países, entre ellos, España.
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, ha recordado que la divulgación de noticias y documentos confidenciales es “un delito” según la Ley número IX del Estado de la Ciudad del Vaticano. De hecho, en 2012 el ex mayordomo del papa Benedicto XVI, Paolo Gabriele, fue condenado a dieciocho meses de cárcel en el Vaticano por robar documentos con información sensible del escritorio del pontífice y facilitárselos a un periodista para la publicación de un libro que denunciaba la corrupción existente en la Santa Sede. Aquello fue el denominado escándalo del Vatileaks, que marcó el final del papado de Benedicto XVI quien, superado por los acontecimientos, acabó renunciando al pontificado en 2013.
La incógnita en dos libros
Es una incógnita saber qué información desvelarán los dos libros sobre la Santa Sede que saldrán al mercado esta semana, pero parece evidente que pueden hacer temblar de nuevo los cimientos del Vaticano. El portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, declaró este lunes que dichos libros son “fruto de una grave traición a la confianza ofrecida por el Papa” a monseñor Vallejo Balda y a la seglar Chaouqui. Y añadió: “Las publicaciones de este tipo no contribuyen de ninguna manera a la claridad y a la verdad, sino que generan confusión e interpretaciones parciales y tendenciosas”.
Asimismo Lombardi recalcó que dichas obras “no ayudan a la misión del Papa”. Sea como sea, lo que parece evidente es que ambos libros tienen ya el éxito asegurado. Todo el mundo espera su venta en las librerías.
El sacerdote Vallejo Balda continúa detenido en dependencias del vaticano. El prelado del Opus Dei es originario de Villamediana de Iregua, en La Rioja, y está licenciado en Teología Espiritual y Derecho. Asimismo se doctoró en Teología por la Universidad Pontificia de Salamanca. Vallejo Balda fue ordenado sacerdote cuando tenía 26 años, en 1987, por la diócesis de Astorga. Algunos periodistas lo denominan “el contable de Dios“, por su gran conocimiento sobre las finanzas del Vaticano al ser secretario de la Prefectura para Asuntos Económicos de la Santa Sede.
El Opus Dei se lavó las manos este lunes ante el nuevo escándalo de filtración de información sobre el Vaticano. En un comunicado de prensa, esta institución aseguró no disponer de “ninguna información sobre el caso”. “Si la acusación se demostrase cierta, sería particularmente doloroso por el daño hecho a la Iglesia”, también afirma el escrito.
Asimismo, la obra informa que monseñor Vallejo Balda fue llamado a trabajar en Roma por la Santa Sede, de acuerdo con su obispo de la diócesis de Astorga. Y aclara: “La prelatura del Opus Dei no intervino, ni supo de esa decisión hasta que se hizo pública: los superiores de monseñor Vallejo son los de la Santa Sede y el obispo de la diócesis de Astorga”.