Pablo Alejandro Márquez, que fue pasado a retiro en marzo pasado, recibió tres años de cárcel por ordenar arrestos amparado en el polémico Código de Faltas que rige en Córdoba. Había sido denunciado por otros policías, que durante el juicio develaron que se les exigía “hacer números”.
“Me siento realmente impotente porque están marcándome como a un represor de la dictadura, de lo que yo no hice”, dijo en la tarde de ayer, con voz quebrada, el ex comisario Pablo Alejandro Márquez. Minutos más tarde, sería condenado a tres años de cárcel por haber ordenado en el año 2011 masivas detenciones arbitrarias, amparado en el polémico Código de Faltas.
Cuando los jueces de la Cámara Sexta del Crimen le otorgaron la posibilidad de decir sus última palabras antes del veredicto, el ex comisario –le dieron el retiro obligatorio en marzo pasado-; señaló: “Estoy indignado porque mi defensa no se cumplió, me siento preso de la situación”. Y avanzó: “No sé dónde estoy, no encuentro la forma ni el lugar al que apunta todo esto. Acá no es el lugar, vamos a decirle a los políticos qué es lo que tiene que cambiar. No crean que por pedir mí cabeza van a cambiar algo”.
Durante el juicio, el ex comisario ahora condenado –y detenido-, había dicho que “de la Jefatura para abajo” le soltaron la mano cuando fue denunciado por los agentes del Comando de Acción Preventiva (CAP) 8 por ordenar detener a sospechosos “por portación de cara”. Una de las denunciantes, la subinspectora Natalia Zárate, ratificó en el juicio que Márquez le exigía “hacer números” y que las figuras de “merodeo y escándalo en vía pública” eran las más utilizadas para justificar las detenciones. E incluso, tenían que provocar a los presuntos sospechosos, y poder aplicar así la figura de escándalo.
Por su parte, el abogado de la querella, Carlos Nayi, destacó que los camaristas hicieron lugar a una solicitud suya y ordenó remitir las actuaciones a la fiscalía de turno para que sean investigados todos los policías que participaron de esa cadena de detenciones ilegales: “El Código Penal no se aplica de manera selectiva. Estos policías se han vuelto contra la misma sociedad que debían proteger, cuidar y resguardar. Han hecho detenciones injustas. En vez de combatir el delito, se los engañó”, criticó Nayi.
En Córdoba rige el Código de Faltas, una ley provincial que permite a la Policía detener a una persona por, al menos, 72 horas sin informar a nadie y sin que el detenido tenga derecho a defensa. En 2012 hubo 57.000 detenciones por contravenir el Código de Faltas: 156 personas por día, o una persona presa cada nueve minutos.