Daños inimaginables

tap945
El modo increíble que ha desarrollado Gustavo Arnaldo Pulti de desvincular la realidad de su relato llega, en su retiro determinado por los votos en la reciente elección, a picos inimaginables. En dos soliloquios travestidos de “entrevista” periodística, acaba de señalar: No tomaríamos una decisión que pueda comprometer al nuevo gobierno”, para luego abundar y pontificar: “uno no tiene que hacer lo que no le gusta que le hagan. Estamos con el mayor de los esmeros para que Arroyo pueda arrancar una buena gestión con toda la colaboración que necesite”.

Ayer nomás quedó claro que por falta de pago está nuevamente cortado el combustible para el servicio de patrullas y no hay funcionamiento de la mayor parte de los móviles de Tránsito por la misma razón. Vecina que requirió una grúa para mover un vehículo estacionado delante de su garaje, recibió por respuesta: “lo sentimos, señora, pero no podemos hacer nada porque no hay combustible por falta de pago”. Ídem ocurre con la entrega de licencias de conducir: no le pagan al Correo Argentino desde enero de este año, y el impago llega a los seis millones de pesos. Por si lo mencionado fuera poco, también hay servicios de salud cortados, por idéntica razón.
El esmero que han puesto Pulti y sus funcionarios en hacer daño adquiere dimensiones jamás vistas en la ciudad. Apalancado en el corifeo de medios que le aúpa a cambio de dinero público, Pulti hace prensa dando datos de obras de infraestructura como si aún siguiera en campaña. Y sigue en campaña: aún no se fue y ya teje para generar acciones a mediano plazo que genere costos al nuevo oficialismo con vistas a la elección de medio término en 2017.
Ilógico, absurdo. Así funciona la mente de este hombre que ve en la política, asumida como intriga interminable, el momento de hoy. Así como Aldrey Iglesias cree que Carlos Fernando Arroyo irá de rodillas a pedir la escupidera en poco tiempo y ahí estará su venganza por las afrentas recibidas, Pulti ve en el ruido inconcebible que generan en los cafés que rodean la manzana de las sombras integrantes del bloque radical y algunos integrantes del bloque atlántico, la simiente de un desorden que en el corto plazo los colocaría en la posición de dar vuelta esta presente situación de rechazo social.
Florencio Aldrey Iglesias recibió el pasado fin de semana la visita de un emisario del gobernador Scioli, quien preocupado por lo mal que se aspectan los números en Mar del Plata, le requirió al coruñés que baje la mano en la crítica feroz y ya sin sentido que despliega La Capital sobre el intendente electo. La respuesta altanera y grotesca dejó estupefacto al interlocutor, que no dejó de señalar ante amigos en la ciudad que advierte un Florencio fuera de caja. Y no es para menos: el tándem de los últimos treinta años está afrontando una derrota que no quiere asumir, entonces espera, aguarda, y desea una revancha que sólo los más idiotas entre los idiotas le podrían regalar en dos años calendario.