La empresaria tucumana Catalina Rocchia Ferro se refirió en la 99.9 al emprendimiento que están realizando desde Bioenergética La Florida para que el alcohol que se extrae de la caña de azúcar se pueda utilizar como combustible. “Trajimos ahora un auto por un decreto de ley de la provincia para que la gente conozca como es el sistema porque el petróleo es más contaminante y en algún momento se terminará”, aclaró.
Los adelantos tecnológicos en el país buscan facilitarle la vida a las personas, pero también, a veces, se trata de una contribución para el medio ambiente. En Tucumán, la presidenta de la Bioenergética La Florida, Catalina Rocchia Ferro está trabajando sobre la implementación de un combustible basado en alcohol.
En la 99.9 contó la experiencia y comenzó aclarando que “nosotros procesamos caña de azúcar y vendemos el producto en supermercados. No sólo hacemos eso sino alcohol hidratado. En Bioenergética La Florida deshidratamos ese alcohol y lo vendemos por la secretaría que nos regula a las distintas petroleras para mezclarlo con la nafta. Toda la nafta tiene un 10% de alcohol deshidratado”.
El siguiente paso, es aprovechar el mismo elemento antes de la deshidratación: “apuntamos a tener autos con motores flex que funcionan a partir de alcohol hidratado. Trajimos ahora un auto por un decreto de ley de la provincia para que la gente conozca como es el sistema porque el petróleo es más contaminante y en algún momento se terminará”, comparó.
No sólo es importante para diversificar la posibilidad de movilizarse en el país, sino para que la propia industria de la caña de azúcar encuentre algún nuevo rumbo para revalorizar el producto: “nosotros le compramos el azúcar a los cañeros chicos, medianos y grandes y les pagamos con productos. El precio del azúcar esta desvalorizado, pero podemos sacar excedentes para el mercado del alcohol y generaremos mayor productividad para los cañeros que tienden a desaparecer. Es un sueño cumplido para nosotros porque venimos luchando hace más de 20 años por esto”, destacó Rocchia Ferro.
La diferencia para la incorporación de esta industria respecto de las posibilidades históricas que se habían presentado es el respaldo de políticas estatales: “Brasil pudo mediante el apoyo estatal después de los petrodólares a través de la caña de azúcar, nosotros no estamos tan diversificados aun, pero estamos apuntando a eso. Ahora hay una agenda pública que nos está acompañando. Es muy importante el marco legal porque sino no se puede hacer todo esto, pero si no hay inversiones desde los privados todos los intentos que se puedan hacer son en vano”, aclaró la empresaria y politóloga.
Ahora están tratando de que la gente conozca el producto para seguir avanzando en su producción. “Tiene un período de prueba para analizar costos y beneficios, además de que la población se tiene que acostumbrar. La cuestión identitaria de una provincia es lo que te define, a Tucumán lo define la caña de azúcar, pero también es otras cosas. Hay que cuidar las economías regionales y creo que a eso estamos apuntando”, agregó.
Por último, instó al sector privado para que se termine sumando a la iniciativa que es una parte fundamental del desarrollo: “hay sobre producción de azúcar y eso hace que baje el precio, pero hay una irresponsabilidad del sector privado cuando no se sumaron a este proyecto una vez que Néstor Kirchner nos habilitó a hacer esto. Preferían seguir invirtiendo en azúcar antes de hacerlo en aceite y era el momento ideal del precio. Todavía están a tiempo de sumarse a esta idea”, finalizó.