Un informe alerta que una nueva modalidad es implementada por bandas paraguayas y bolivianas y consiste en traficar droga en avionetas anfibias. Aterrizan en ríos y allí pasan las sustancias a gomones.
El narcotráfico internacional que opera en Argentina importando marihuana y cocaína ahora está estrenando una nueva modalidad para eludir los controles terrestres, que vienen decomisando gran cantidad de estupefacientes, por lo que se utilizan avionetas anfibias para realizar las entregas en los ríos.
Los “aqua-narcos”, tal la denominación que reciben quienes se dedican al flamante sistema, realizan más de 20 vuelos semanales.
Así lo reveló un informe realizado por la Asociación Antidrogas de la República Argentina, cuyo titular Claudio Izaguirre manifestó que “el narcotráfico está abandonando las pistas clandestinas y envía los embarques hacia nuestro país con una nueva modalidad, como lo es el narcoacuatizaje”.
“Se trata específicamente -informó Claudio Izaguirre- de aeronaves CESSNA acondicionadas para acuatizar, evitando de esta forma los controles de efectivos policiales y de Gendarmería Nacional”, indicó el especialista.
En ese sentido, Izaguirre dijo que este sistema de importación de sustancias, básicamente marihuana y cocaína, tiene su punto de origen en que los controles terrestres realizados por Gendarmería vienen siendo implementados con singular éxito, con decomisos importantes, que impactan en las ganancias de los carteles.
“Lo que venimos detectando es que los vuelos de las avionetas salen de la ciudad paraguaya de Pilar, y las entregas se hacen en los ríos Paraná y Uruguay”, manifestó el titular de la organización.
Asimismo, explicó que la Prefectura Naval tiene a su cargo una cantidad importante de kilómetros de costa, y en los ríos, entonces es complicada la seguridad total. Ese es el punto débil que ahora están aprovechando las mafias del narcotráfico para ingresas sus “productos” al país.
“Quedan extensiones profundas en el sistema de ríos en toda la franja norte, noreste y éste de Argentina, y de esta forma el narcotráfico tiene solucionada la entrega de mercadería a quienes se encargan de distribuir en el territorio y acondicionarla para la exportación a través de barcos con destino final Europa”, indicó el experto.
Acerca de las aeronaves, el especialista dijo que “se trasladan a baja altura para evitar posibles detecciones por parte de radares móviles que puedan estar en el trayecto del narcoavión”. “Las coordenadas entre el piloto y el recepcionador de la droga, se realiza a través de GPS solucionando cualquier inconveniente en la entrega”, dijo, recordando que “previamente la tecnología de geo localización satelital se utilizaba tierra adentro, aunque comenzaron a tener problemas de intercepción de las fuerzas federales”.
De acuerdo a lo informado por Izaguirre, “los que comenzaron con esta modalidad son grupos importantes, que vienen trayendo sustancias durante toda la semana, con aproximadamente tres vuelos diarios”.
“Los dueños de la mercadería son bolivianos y paraguayos. Se juntan para desarrollar este sistema. El avión lo que hace es acuatizar. Estamos observando que no sólo de noche ocurren las entregas, sino también a plena luz del sol”. “A los puntos de encuentro concurren gomones o lanchitas, que cargan las bolsas. Luego, se distribuye en tierra con los métodos usuales. Y está creciendo mucho el envío por correo”, finalizó Izaguirre.