“No tenemos en cuenta las capacidades cognitivas de los simios”

Pedro Pozas es el Director del proyecto “Gran Simio” en España que está luchando por los derechos fundamentales de los simios en el contexto de un país como Estados Unidos que ha declarado públicamente que dejará de hacer experimentos médicos con ellos: “tanto los humanos como los grandes simios descendemos del mismo ancestro, sin embargo lo estamos exterminando en las selvas y en la ciudad los metemos en zoológicos”, remarcó en la 99.9.

Pedro-Pozas

Hace unos días atrás, Estados Unidos anunció que dejará de emplear simios para sus investigaciones científicas, dejando de lado una práctica que ya se había reducido en los últimos años. Respecto puntualmente de lo que sucede en el resto del mundo, el proyecto “Gran Simio” que surgió desde el propio país norteamericano ha tenido sus réplicas, por ejemplo, en España.
El director en ese país es Pedro Pozas que habló en la 99.9 contando el origen de esta iniciativa. “El proyecto nació en 1999 y dos años antes se había hecho en Estados Unidos. Fue a partir de la publicación de un libro donde muchos especialistas hablaban sobre la inteligencia de los simios que aprendían lenguajes, fabricaban herramientas y estaban organizados. Ahí surgió la lucha por sus derechos fundamentales”, explicó.
Se trata de una idea poco común y que ha recibido muchas críticas al momento de hacerse conocida. Sin embargo, incluso en Argentina, se avanzó mucho: “en 2006 presentamos el proyecto en el Parlamento Español y hubo muchas críticas. Los columnistas atacaron el proyecto porque no entendían como reclamabamos por sus derechos. En Argentina tenemos a la orangutana Sandra que una jueza la declaró persona no humana. El concepto de humano y chimpancé es distinto, pero el de persona es un concepto filosófico”, diferenció.
Las contradicciones en este sentido son muy grandes porque como humanidad se tratan los temas de maneras muy cruel. “Tanto los humanos como los grandes simios descendemos del mismo ancestro, sin embargo lo estamos exterminando en las selvas y en la ciudad los metemos en zoológicos, no tenemos en cuenta sus capacidades cognitivas”. Luego abundó: “no hemos conseguido respetarnos a nosotros mismos, pero no significa que debamos dejar desprotegidos al resto de las especies, dejaríamos de ser humanos”.
Estados Unidos no es el único país que instauró esta política de terminar con los simios para los experimentos e incluso hubo otras medidas previas que tendían a ello: “anteriormente a Estados Unidos hubo otros países como Austria, Holanda o Reino Unido que prohibían la experimentación con grandes simios desde su legislación. Sin embargo, Estados Unidos seguía con ello, lo que se logró hace dos años es que los simios que salían de un laboratorio no podían volver a entrar. Antes cuando no los necesitaban más los soltaban y si los necesitaban en otra ocasión, los salían a buscar. Ahora eso se terminó definitivamente”, aclaró Pozas.
Por último, el español remarcó que irán por más ante un organismo como la Unesco: “acabamos de lanzar una campaña internacional para pedir a la Unesco para que los grandes simios sean considerados patrimonio vivo de la humanidad”, concluyó.