Los turcomanos luchan en Siria contra Assad casi sin ser notados. El derribo de un bombardero ruso los hizo ahora más conocidos. Pero, ¿qué objetivo persiguen y quién los apoya?
Cuando se piensa en el Turquestán se piensa en Asia Central, pero los turcomanos de Siria no tienen mucho que ver con ese país del Mar Caspio. Se trata de un grupo étnico de origen turco. Se cree que 200.000 turcomanos vivían en Siria antes del comienzo de la guerra civil, pero no hay estadísticas oficiales acerca de eso.
¿Tuvieron que ver los turcomanos con el envío de un caza ruso? ¿Mataron a uno de los dos pilotos que se salvaron al caer en paracaídas del avión en llamas? Eso tampoco está claro todavía. Lo que está claro es que Turquía se siente muy unida a los turcomanos de Siria. Casi no sorprende que esta pequeña etnia mire hacia Ankara y espere ayuda financiera del gobierno turco, explicó a DW Fawaz Gerges, experto en Cercano Oriente de la London School of Eocnomics (LSE). Después de todo, comparten la misma herencia con Turquía.
La mayor parte de los turcomanos viven en las montañas de la provincia de Latakia, en el norte de Siria, país al que los une una “fuerte cercanía lingüística y étnica”, dijo, por su parte, Paul T. Levin, director del Instituto para Estudios Turcos de Estocolmo, en entrevista con DW. El idioma de los sirios turcomanos está emparentado con el turco, y también están estrechamente unidos en cuanto a su origen a Turquía, añade el experto.
Aliados naturales de Turquía
Los turcomanos son un aliado natural del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, no solo por motivos étnicos, sino también debido al enemigo común: el presidente Bashar Al Assad. Ya desde comienzos de la guerra civil siria, grupos rebeldes tomaron las armas para luchar contra el régimen de Assad. No sufrieron tanto antes bajo la dictadura de Assad como los kurdos, señaló el experto en Cercano Oriente Gerges. Para el Ejército ruso, que bombardea a sus enemigos en alianza con Assad desde septiembre, los turcomanos son considerados enemigos.
Algunos políticos turcos ya acusaron varias veces a Rusia de atacar a civiles turcomanos en el norte de Siria. No fue sino hasta la semana pasada que el Ministerio turco de Relaciones Exteriores llamó al embajador ruso, luego de que 40 turcomanos resultaran heridos en ataques aéreos. El lunes, Turquía había presentado el caso ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
Ankara apoyó activamente a los grupos rebeldes turcomanos en su lucha, dice Levin, y hasta permitió a las brigadas turcomanas traspasar las fronteras. Es decir, que también hubieran podido operar desde territorio turco. Además, los rebeldes turcomanos y otros grupos armados son importantes para el gobierno de Erdogan, ya que garantizan la seguridad de las fronteras en el sur del país, agrega Levin.
Según Rani Alaaldin, investigador sobre Cercano Oriente del LSE, Turquía también quiere usar a los turcomanos como un “freno para una posible provincia autónoma kurda”. Los kurdos, una minoría étnica en Siria, Irak y Turquía, hace tiempo que tratan de fundar su propio Estado, un objetivo que Ankara rechaza de plano. De acuerdo con Alaaldin, los turcomanos son para Turquía “representantes de confianza, no solo en Siria, sino también en Irak, donde luchan contra el grupo terrorista autodenominado Estado Islámico”. ¿Cuál será el futuro de los turcomanos sirios? ¿Pasarán a ser objeto de disputa de los países en los que viven y combaten? En vista de la guerra civil en Siria, subraya Fawaz Gerges, está claro que lo que buscan es, sobre todo, seguridad. Y esa seguridad se las puede dar en este momento una estrecha alianza con Turquía.