Una investigación basada en modelos matemáticos obliga a replantear la lucha contra el alzhéimer

Descubren que, al contrario de lo que se pensaba, los astrocitos no fagocitan las placas amiloides, sino que huyen de ellas.

cerebro-neuronasLa evidencia científica daba hasta ahora por probado que los astrocitos, las células más abundantes del cerebro, tenían un papel clave en la inflamación del cerebro que provoca el alzhéimer, ya que, según creían, éstos se desplazaban hacia las placas de amiloide, cuya formación se asocia a la aparición de la enfermedad, y las devoraban. Ahora, investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) dan un vuelco a esta realidad utilizando modelos matemáticos, los mismos de los que se sirven para estudiar las galaxias.
Un equipo de científicos del Instituto de Neurociencias de esta universidad, en colaboración con el Hospital General de Masachussetts, en Boston, han analizado cómo se distribuyen espacialmente estas células indispensables para el correcto funcionamiento de las neuronas. La investigación, que hoy se publica en «Proceedings», demuestra que los astrocitos, en lugar de dirigirse a las placas amiloides, huyen de ellas.
«Es un descubrimiento muy importante, ya que la eliminación de las placas de amiloide por parte de células del mismo cerebro es una de las estrategias terapéuticas más relevantes en el desarrollo para curar la enfermedad del mal de Alzheimer. Por tanto, clarificar qué células pueden eliminar o no a las placas es esencial para la obtención de terapias efectivas», señala Elena Galea, investigadora del Instituto de Neurociencias de la UAB.

Técnicas para estudiar las galaxias

La investigación ha consistido en identificar las fuerzas que modelan la interacción entre los astrocitos y las placas amiloides para obtener una representación de las posiciones relativas que adoptan en el espacio. Para ello, se han utilizado técnicas usadas en física estadística para determinar, por ejemplo, la evolución de las galaxias a partir de las fuerzas de interacción entre las estrellas que las componen.
En lugar de galaxias y estrellas, los científicos han analizado imágenes tridimensionales de los astrocitos del interior del cerebro de ratones que padecen la enfermedad. El análisis tridimensional de estas imágenes muestra que los astrocitos se repelen entre ellos, y también que son repelidos por las placas de amiloide. «Quizás lo más importante que aporta es que, al contrario de lo que consideran los investigadores que estudian el alzhéimer, los astrocitos no rompen esta organización para desplazarse hacia las placas y fagocitarlas. Más bien, se alejan ligeramente de ellas».
Hasta ahora, creían que los astrocitos se desplazaban hacia las placas de amiloide y las devoraban, por lo cual potenciar su actividad podría ser un buen remedio contra el desarrollo de la enfermedad. La investigación constata ahora que los astrocitos se alejan de ellas. No obstante, según afirma Galea, «algo deben sentir» cuando se forman las placas, ya que cuando eso sucede se aumenta la producción de la proteína que más los caracteriza, la GFAP. «Eso sugiere que los astrocitos podrían actuar contra la formación de las placas de amiloides modificando su función, mas que cambiando de posición», concluye la investigadora de la Autónoma.