Al menos 15 estados discutirán en 2016 la implantación de las licencias de conducir para personas indocumentadas, un beneficio que ya es realidad para más de un millón de inmigrantes en gran parte de Estados Unidos desde hace dos años.
“Las licencias se han convertido en una tendencia creciente, la gente está contenta porque mejora su calidad de vida y las calles están más seguras”, dijo Tanya Broder, del Centro Nacional de Leyes para los Inmigrantes (NILC).
La especialista, que ha seguido de cerca la situación en California, desde que se habilitó la licencia alternativa el 2 de enero de este año, destacó que al 27 de noviembre habían sido entregados 573,000 documentos en diez meses.
La estimación inicial en ese estado fue de 1.4 millón de licencias en tres años, por lo que las cifras de documentos entregados son consideradas un éxito, que, en opinión de Broder, se debe al buen trabajo realizado con la comunidad inmigrante, el consulado general mexicano y las organizaciones comunitarias.
“Esto debería servir de modelo e inspiración para los estados que todavía hacen campaña por la licencia y que seguramente la retomarán apenas se reanude la actividad legislativa en el nuevo año”, agregó.
Entre ellos mencionó a Florida, Indiana, Iowa, Kansas, Kentucky, Massachusetts, Minnesota, Nueva Jersey, Nueva York, Carolina del Norte, Oklahoma, Pennsylvania, Rhode Island, Texas y Virginia, donde se consideraron proyectos de ley este año, pero sin acuerdos.
Trabas en Florida y Nueva Jersey
“En Florida, los republicanos se han dedicado a presentar leyes antiimigrantes en lugar de reconocer que conducir es un derecho básico de todos los habitantes del estado”, dijo la argentina María Bilbao, de la Coalición de Inmigrantes de la Florida.
Recordó que algunos legisladores intentaron varias veces aprobar proyectos de ley que darían a los 730,000 inmigrantes indocumentados que viven en el estado la capacidad de obtener una licencia de conducir, pero ninguno prosperó.
Uno de esos proyectos, Drive Safe Sunshine State, fue el tema de lucha de la coalición en 2014 pero fue derrotado por la “supermayoría republicana en Tallahassee”, la capital del estado, dijo la activista, que hasta hace poco tiempo usaba una bicicleta para movilizarse.
“No pedimos privilegios, sino que nos traten igual que a los demás residentes y que dejemos de ser blanco de la policía”, señaló en una entrevista.
En Nueva Jersey, el principal opositor a las licencias para indocumentados es el gobernador, el republicano Chris Christie, aunque ninguno de los proyectos presentados en las últimas sesiones legislativas consiguió avanzar en la Asamblea.
Se estima que en ese estado residen unos 525,000 indocumentados, de los cuales 464,000 podrían solicitar la licencia.
La Alianza de Nueva Jersey para la Justicia Inmigrante, integrada por 22 iglesias y grupos proinmigrantes, ha logrado que numerosas ciudades del estado apoyen la iniciativa y promete retomar la lucha en 2016.
“Vamos a luchar por las leyes que beneficien a nuestras comunidades”, dijo la coordinadora Johanna Calle en respuesta a las declaraciones de Christie de que vetará cualquier iniciativa del legislativo estatal para otorgar licencias de conducir a los indocumentados.
Según un informe reciente de The Pew Charitable Trusts, casi cuatro de cada diez indocumentados viven actualmente en un estado que no tiene trabas para obtener una licencia de conducir.
Además de California, que comenzó este año, la lista incluye a Illinois que desde 2013 otorgó 180,000 licencias, y otros estados como Washington, Nevada, Utah, Colorado, Nuevo México, Maryland, Delaware, Connecticut, Vermont y Oregón, además del Distrito de Columbia, Hawai y Puerto Rico.
Ernesto Martínez, de la Secretaría de Estado de Illinois, dijo que las licencias de ese estado tienen una validez de tres años y su oficina ya se prepara para la primera ronda de renovaciones, así como para una posible avalancha de solicitudes en el caso de que el Tribunal Supremo apruebe los decretos de alivio migratorio.
“Hemos superado los problemas iniciales de insuficiencia de documentos y de fallas en los exámenes, y podemos decir que el mecanismo está aceitado y funciona sin problemas”, agregó.