De origen nacional, pasó de vender 10 mil pares por año a más de un millón. La historia de la compañía, contada por su creador.
Anne Hathaway, Keira Knightley, Jennifer Garner y hasta las hijas de Madonna y Angelina Jolie tienen un par en su placard. En su suela no llevan la firma de Adidas ni Nike, pero sus ventas ascienden a cifras millonarias. Toms Shoes, la empresa de alpargatas de origen argentino que dona un par de zapatos por cada uno que vende, fue creada en 2006, y siete años después su nombre ya aparecía en la revista Time. La razón no era menor: la firma había alcanzado a donar su par de alpargatas número 10.000.000.
“La idea de Toms comenzó en el año 2006 a partir de un grupo de chicas que estaban juntando zapatos y ropa para donar en comedores como el de Margarita Barrientos”, dice Alejo Nitti, cofundador de Toms, en diálogo con Apertura.com. Antes de ser empresario, el emprendedor era polista, y uno de los calzados a los que más recurría era a las alpargatas. A partir de la propuesta solidaria, Nitti y sus socios decidieron darle estilo y diseño a ese calzado informal e instaurar en su compañía el modelo one for one: por cada par de alpargatas vendido, uno donado.
Fue en ese momento cuando el ex deportista y sus coequipers decidieron viajar a los Estados Unidos para comerciar el producto allá. “Compramos las telas con la plata que yo había obtenido por vender unas yeguas en Inglaterra”, recuerda.
Para hacer que la marca Toms figurará en revistas como Esquire, los emprendedores recurrieron a todo tipo de estrategias. “En una oportunidad fuimos a una presentación a la que todos los participantes habían llevado un pie derecho para exponer, y nosotros, un pie izquierdo; en un momento alguien preguntó ‘¿y ese zapato, que está mal puesto?’”, cuenta Nitti. Su respuesta a esa pregunta fue concreta: “No está mal puesto, lo que pasa es que todas las compañías van en una misma dirección, y la nuestra viene a cambiar el mundo y mira para otro lado”.
Como consejo a otros emprendedores, el cofundador de Toms recomienda enfocarse en “ser inteligente en los recursos”. “Uno a veces cree que en el mundo moderno hay que invertir en publicidad y desarrollo y se va del foco, que es vender el mejor producto u ofrecer el mejor servicio”, asegura Nitti.