La atención médica es limitada. Las enfermerías y pasillos están desiertos. Varios centros atienden sólo a personas en riesgo de muerte y algunas mujeres dan a luz en la calle. Falta dinero para salarios e insumos.
La crisis en las arcas del gobierno estatal de Río de Janeiro limitó severamente la atención médica en varios hospitales públicos de Río de Janeiro y el gobernador decretó estado de emergencia para intentar acelerar la recaudación.
Varios hospitales han limitado la atención médica en esta ciudad que en ocho meses recibirá los primeros Juegos Olímpicos de Sudamérica.
La televisión Globo mostró imágenes de uno de ellos, el Hospital Getulio Vargas, con candados en las puertas, enfermerías vacías y pasillos desiertos. Un cartel señalaba que el hospital sólo atendería personas en riesgo de muerte.
En otro hospital, las embarazadas de nueve meses que llegaban con contracciones eran derivadas a otras unidades, pero algunas afirmaban que no tenían dinero ni para pagar un boleto de ómnibus. Una mujer dio a luz en la vereda del hospital de la Madre, en Mesquita (zona norte de Río), por falta de lugar en ese centro médico.
“Los hospitales de Río están en una situación catastrófica, no tenemos con qué trabajar. Ya tuvimos que anular operaciones, algunas enfermerías y las urgencias cerraron, aunque tenemos pacientes en estado grave”, dijo a la agencia de noticias AFP Barbara Bastos, una residente de cirugía de 30 años en el Hospital Getulio Vargas que participó el miércoles en una protesta junto a otras 200 personas.
Afectado por la crisis económica que también sacude al país, el estado de Río de Janeiro se ha quedado sin pagar salarios de médicos y enfermeros y sin suficientes insumos para los hospitales.
El presidente del Consejo Regional de Medicina de Río, Pablo Vázquez, recordó que “el año próximo los Juegos Olímpicos llegan a Río”. “Nosotros, los médicos, estamos preocupados. No sabemos si estaremos en condiciones de prestar atención médica, no sólo a la población, sino también a los turistas”, dijo.
“Río vive la mayor crisis entre los estados (brasileños). Tenemos una economía dependiente del petróleo. Y ustedes saben de la caída del precio del barril de petróleo y lo que pasó con Petrobras”, dijo el jueves Luiz Fernando Pezao, gobernador de Río de Janeiro, en referencia al megaescándalo de corrupción en la estatal petrolera y al derrumbe del precio del crudo a unos 37 dólares. Buena parte de los ingresos del estado de Río provienen de los royalties del petróleo.
“Además de eso, empresas que no pagan impuestos nos deben 7.000 millones de reales (1.777 millones de dólares)”, añadió en conferencia de prensa.
Pezao decidió decretar el estado de urgencia en la salud pública para acelerar el ingreso de dinero a las arcas, obteniendo así ayuda del gobierno federal y reduciendo los tiempos de la burocracia.
Los salarios comenzarán a ser pagados este jueves y se normalizarán la semana próxima, prometió.