El titular del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Carne y sus Derivados del Gran Buenos Aires y Zona Sur de la Provincia de Buenos Aires, Silvio Etchehun, criticó el planteo salarial del gobierno y además, explicó la historia de lo sucedido con Cresta Roja: “fue la principal compañía que participó directamente en todas las políticas que desarrolló el secretario de comercio, Guillermo Moreno en su oportunidad”, indicó en la 99.9.
El conflicto generado hace unos días con los trabajadores de Cresta Roja que estaban protestando, ha derivado en varias lecturas. Sin embargo, el inicio de todos los problemas que ha tenido esta empresa no es algo de lo que se hable cotidianamente.
Silvio Etchehun, secretario general de Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Carne y sus Derivados del Gran Buenos Aires y Zona Sur de la Provincia de Buenos Aires, habló en la 99.9 al respecto y recordó que “la compañía Cresta Roja era la segunda productora de pollos del país y fue la principal compañía que participó directamente en todas las políticas que desarrolló el secretario de comercio, Guillermo Moreno en su oportunidad”. Luego abundó: “le daba a Moreno el pollo para todos en el mercado interno a cambio de subsidios y también participaba en la exportación a Venezuela recibiendo compensaciones”.
Estas medidas llevaron a que la empresa se expandiera y fue ahí cuando empezaron los inconvenientes: “eso llevó a que la compañía duplique su producción y su cantidad de trabajadores, pero con una mala administración que no leyó bien el futuro de la política y generó grandes pasivos. Al no administrar bien las compensaciones, cuando se cortaron no salió a tiempo. Quedó con un pasivo de más de 3.000 millones de pesos de deudas”, remarcó.
Ahora, todos los que trabajaban allí están haciendo sus reclamos, pero a su vez están divididos en distintas representaciones gremiales, lo cuál complica un poco más el panorama. “Tenía 5.000 trabajadores y 5 sindicatos como UATRE, Camioneros, el de Alimentación, el de la Carne y Molineros; más aquellas comisiones internas que no están alineadas con ningún sindicato. Es difícil así la conducción de todos los trabajadores porque hay posiciones distintas. Nosotros no compartíamos un piquete tan duro”, ejemplificó.
En medio de las protestas que tienen este tenor político, también aparecen siempre algunos actores violentos que se los define como infiltrados, sin tener demasiado detalle al respecto. Sin embargo, Etchehun destacó que sucede en toda protesta: “siempre hay infiltrados que tratan de buscar ventajas desde lo político y no beneficiar a los trabajadores. Es difícil contenerlos o supervisarlos para que estén separados de la situación, sobre todo cuando hay una represión injustificada”, dijo sobre la respuesta del juez que ordenó que se terminara el corte.
El gobierno nacional ahora pretende poner en debate una legislación para las protestas y que todo pueda transcurrir de una forma más organizada. “En este momento hay otras cosas para discutir como la baja en los precios del consumo interno, el piso y el techo de la discusión salarial de todos los trabajadores, que va a pasar con el impuesto al trabajo; no hay que discutir si uno se podrá expresar y tendrá represión o no. Es algo que se debe hablar con todas las fuerzas políticas”, indicó sobre las preferencias a la hora de instalar temas.
Por último, anticipó que será difícil la negociación paritaria con el flamante gobierno por los valores que ya se han anunciado. “El gobierno está planteando estar en una franja de un 25 a 27% de aumento cuando tuvimos una devaluación de casi 40%. Uno puede discutir un salario sincero si los precios bajan porque pagar un kilo de asado 133 pesos es un robo al bolsillo del consumidor porque tiene que estar 98 pesos”, concluyó.