Una empresa mexicana empezó a comercializar la tecnología capaz de transmitir audio y video y dar acceso a internet a una velocidad de 10 Gbps. El sistema es más seguro e inocuo.
La idea y la exploración por el Li-Fi, comenzó en 2011, cuando el científico Harald Haas demostró que era capaz de conectarse a la red a través de la luz que emitía una lámpara LED. Haas y otros colegas crearon una empresa, dedicada no solo a desarrollar la tecnología Li-Fi sino también a mejorar y abaratar los componentes de la cadena que permite conectarse a la red.
En México, desarrollaron una solución propia: la empresa Sisoft anunció el inicio de la venta de un sistema que permite transmitir audio, video e internet a través del servicio llamado LedCom.
“El Wi-Fi ha sido tan exitoso que hemos instalado muchos e interfieren los unos con los otros reduciendo la velocidad de transmisión de datos y con esto tenemos una oportunidad de obtener una capacidad adicional”, le explicó a Hoy el técnico en computación e integrante de Sony Argentina, Javier Negrelli.
Cómo funciona el Li-Fi
El sistema cuenta con tres patas fundamentales: un codificador, la luz LED y un decodificador. El codificador se encarga de recibir la señal de internet y enviarla a la lámpara LED, que transforma la información en parpadeos de luz imperceptibles para el ojo humano. El decodificador, conectado a una computadora u otro dispositivo mediante el USB, interpreta qué dice cada parpadeo de luz y envía la información para que el usuario navegue por internet o bien un equipo de música pueda reproducir música.
Además de la velocidad de descarga de datos, Li-Fi no sufre las interferencias de otros dispositivos hogareños. El sistema es completamente inocuo para el ser humano ya que las luces LED no generan rayos de ningún tipo. Los creadores insistieron en que Li-Fi tampoco se satura, por lo que puede conectar muchos más objetos sin perder calidad de transferencia. De hecho, está destinado a ofrecer acceso a internet en la calle: las empresas vinculadas al desarrollo del Li-Fi hablan de luminarias públicas capaces de conectar a vehículos y transeúntes.
Como trabaja con la luz, Li-Fi no es capaz de atravesar paredes y de ahí que sus creadores digan que es más seguro ante posibles intromisiones en la red hogareña. Pero esa cualidad hace que sea más caro su despliegue: hacen falta más luces para conectar dispositivos.
Las tres principales desventajas en la actualidad tienen que ver con la imposibilidad de enviar información, el precio del equipamiento y la duración de las lámparas LED, que ronda los dos años.