Un curioso proyecto de empresarios y artistas holandeses, que será realidad en marzo próximo, llenará de árboles flotantes en el puerto de Rotterdam.
Las ciudades grises, en las que resalta la falta de verde, son una clara demostración de la escasez de aire puro. Cuando hay más cemento que tierra, y la sombra es proyectada exclusivamente por edificios, es que algunas decisiones urbanísticas no han sido las acertadas. Los árboles son los pulmones del planeta, una fuente de alimento, una forma de combatir el calentamiento global, y por lo tanto, cualquier medida que considere plantarlos o cuidarlos, debería ser destacada, como la que se proyectó en Holanda.
La idea original busca principalmente revertir la costumbre mantenida durante todo este tiempo y utilizar las superficies acuáticas para la incorporación de árboles. Se trata de 20 árboles flotando sobre el agua que un grupo de empresarios y diseñadores holandeses decidieron instalar en la ciudad de Rotterdam, inspirados en la obra de arte “En busca de hábitat” del colombiano Jorge Bakker.
Luego de muchos ensayos y experimentos con diferentes sistemas para lograr la flotación indicada, llevados a cabo en 2014, finalmente parece estar todo en condiciones para su aplicación final. El proyecto será bautizado Dobberend Bos (Bosque que se mueve), y durante marzo de 2016 se instalarán los 20 árboles -olmos holandeses para ser exactos- que flotarán en boyas alrededor del puerto Rijnhaven, en Rotterdam.
Las boyas superaron las pruebas: debían ser capaces de equilibrar y mantener a flote árboles de hasta 6 metros, sin dejar de considerar un suministro de agua. Para ello, los artistas contaron con la ayuda de ingenieros de prestigiosas universidades del país. En breve, el puerto se vestirá de árboles.