Después de 18 años, preocupado por los precios, el Gobierno envió los protocolos para facilitar esa posibilidad; se pretende mejorar la oferta.
El gobierno abrió una negociación con Uruguay para facilitar la importación al sector privado de animales en pie para faena, medida que buscaría que haya más oferta de carne tras la suba de precios. Además, las autoridades apuntan a que se puedan importar animales, vientres y terneros que sirvan para recuperar el stock bovino.
Así lo confirmaron a LA NACION fuentes oficiales, que señalaron que el procedimiento se hará con los servicios sanitarios de ambos países. “Se está negociando; no debería llevar tiempo”, indicaron en el Ministerio de Agroindustria.
En tanto, según precisó una alta fuente del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), se enviaron a su equivalente uruguayo protocolos para la importación que contemplen tres alternativas: animales para faena directa, invernada -es decir, que vengan como terneros y luego se engorden acá- y para reproducción. Sobre este último ya hay un protocolo para reproducción, pero se estudian cambios. “Llegaron y los estamos analizando”, precisó una fuente de Servicios Ganaderos del vecino país.
La última vez que ingresó hacienda para faena y consumo interno desde Uruguay fue en 1998, hace 18 años, según señalaron en el Senasa. Vale recordar que es habitual que entren desde ese país, según los años, entre 300 y 350 toneladas de asados para la Mesopotamia. En los noventa hubo un fluido comercio de animales de vaquillonas preñadas y para invernada. También vale destacar que la Argentina ha sido exportadora a la región de genética bovina por medio de la venta de semen y embriones.
Al margen de la hacienda para faena para aumentar la oferta de carne, la preocupación oficial es aumentar el rodeo bovino. La Argentina perdió 10 millones de cabezas bovinas durante el kirchnerismo por la intervención en los mercados y sólo recuperó algo más de 3,5 millones de animales. En 2015, el rodeo total se ubicaba en 51,5 millones. Hoy, la Argentina posee menos vacas que en 1977, cuando había más de 61 millones de cabezas.
En cambio, Brasil hizo crecer desde 2007 su rodeo de 173 a 208 millones de cabezas (+20%); Uruguay, de 11,5 a 11,9 millones de animales (+3%); Australia, de 28,4 a 29,2 millones (+3%), y Paraguay logró tener también más vacas, al pasar de 10 a 14,4 millones de cabezas, un 44% más. “Apuntamos a que haya una alternativa más para este momento”, agregó la fuente oficial sobre una eventual importación. Reconoció que traer animales de Uruguay no va a hacer crecer significativamente el stock. “Eso nos va a llevar de 4 a 5 años más”, calculó.
El rodeo uruguayo es poco más del 20% del stock total de la Argentina. “Dos meses de faena en la Argentina equivalen a todo un año en ese país”, comparan en el Gobierno. En Uruguay los precios de los terneros son de 5 a 7% más baratos que en la Argentina, según fuentes empresarias. En novillos livianos, Uruguay está entre 3 y 4% más caro.
Opiniones
Expertos y frigoríficos ven con buenos ojos la eventual importación de hacienda en pie para faena si finalmente Uruguay aprueba los protocolos. Algunos creen que la medida tendrá un efecto interno en el país y otros lo descartan. “Si sirve para paliar una situación de crisis momentánea, no tenemos ningún problema”, dijo Mario Ravettino, presidente del Consorcio de Exportadores de Carnes (ABC).
Para Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra), la medida sería “una señal” de que el Estado quiere que el productor siga trabajando para aumentar su stock. “Es una buena señal, aunque no va a ser significativa la recomposición del stock. Para solucionar el problema que tenemos acá, tendríamos que traer todo el stock uruguayo, que es equivalente a lo que perdimos”, explicó.
En opinión de Ignacio Gómez Álzaga, consignatario, “es normal” que haya movimiento de hacienda “si se hacen bien los protocolos sanitarios”, ya sea porque se comparten estatus sanitarios y se brinda seguridad de frontera.
En cambio, un experto que pidió reserva de su nombre consideró “que no se van a manejar los precios con esto. Si ése es el objetivo, es una medida que va al fracaso”.