El Senador Provincial Carlos Fernández habló en la 99.9 sobre la situación en la que recibió la provincia de Buenos Aires la gobernadora María Eugenia Vidal y los desafíos que tiene: “es imposible que las soluciones aparezcan de un momento al otro, pero hay que empezar a meter mano para ir mejorando la situación”.
La situación de la provincia de Buenos Aires es muy delicada y eso se conocía incluso antes de las elecciones del año pasado. Lo cierto es que cuantificar el grado de destrucción que dejó Daniel Scioli, forma parte del análisis de la realidad que se debe dar y por supuesto, de la gestión que pueda tener María Eugenia Vidal.
El senador provincial Carlos Fernández lo dejó en claro en la 99.9: “la provincia tiene dos problemas estructurales. Uno es de administración y la otra es estructural, la falta de un financiamiento adecuado. Hay un tema central en la discusión política y es la necesidad de volver a un estado federal porque ahora estamos viviendo en un estado unitario donde las provincias se tornaron inviables”, aseguró.
El gobernador saliente conocía esta situación y tomó sus propias decisiones agravando los problemas aún más para los bonaerenses: “la respuesta de la provincia fue aumentar impuestos, es la que mayor presión impositiva tiene. El otro paso fue el incremento de la deuda y por eso hay tantos bonos dando vuelta. El tercer elemento fue la ausencia de inversión y el mantenimiento de la infraestructura en todos los rubros. El estado estuvo ausente en el mantenimiento y eso ha generado muchos inconvenientes además de la pérdida de competitividad en la producción”, remarcó.
La devastación económica tiene cifras concretas que realmente asustan a punto tal de llevarse dinero de todas las arcas que le fueran posibles: “se han gastado hasta el dinero de los premios de la Lotería de la Provincia. Cuando asumió María Eugenia Vidal, el descubierto en el Banco Provincia era de 30 mil millones de pesos. Es la provincia que dejó Scioli donde de 77 hospitales públicos, 56 estaban en estado de emergencia y tres de ellos en estado de demolición en cuanto a infraestructura”, señaló.
Si bien urgen respuestas inmediatas, Fernández aseguró que se debe tener paciencia porque se trata de un proceso: “es imposible que las soluciones aparezcan de un momento al otro, pero hay que empezar a meter mano para ir mejorando la situación”.
La educación ha sido otro puntal descuidado por la gestión de Scioli y están tratando de corregir el rumbo en algunos puntos: “la creación de un Instituto que mida la calidad educativa me parece que es un dato central, un elemento nuevo en la discusión que no genera resultados inmediatos pero pone arriba de la mesa el problema”.
Los primeros pasos que ha dado el gobierno, para Fernández son positivos: “el primer desafío fue comenzar en tiempo y forma las clases, algo que no sucedía hace 8 años. Es algo simbólico, pero importante. Hay que meter mano a la organización de los trabajadores porque son muchos docentes, es un gran elefante que hay que ir comiéndolo de a poquito. El gobierno tiene claro donde tiene que ir”, sentenció.