Dubái apuesta por las carreras de drones

El World Drone Prix busca convertir la afición a las aeronaves no tripuladas en el deporte del futuro.

world-drone-prixPreparados, listos, ya. Un total de 32 pilotos van a disputarse el primer World Drone Prix, la mayor carrera del mundo de mini aeronaves no tripuladas, los próximos viernes y sábado en Dubái. El evento, apadrinado por el príncipe heredero del emirato, el jeque Hamdan bin Mohamed al Maktum, intenta elevar esa afición a la categoría de deporte del futuro. ¿Cómo? Solo hay que echar un vistazo al espectacular vídeo que la organización ha preparado como reclamo: Un dron derrota al superdeportivo McLaren de la policía de Dubái en su carrera por los lugares más emblemáticos de esa ciudad Estado.
Los drones empezaron siendo antipáticos. Su uso en bombardeos y otras misiones de guerra les dio mala fama. En los últimos años su popularización de la mano de versiones comerciales miniaturizadas ha ampliado sus aplicaciones, e incluso los ha convertido en caprichosos juguetes. Embarcadas en un intento de atraer a su población hacia la ciencia y la tecnología, las autoridades de Emiratos Árabes Unidos (federación de la que forma parte Dubái) lanzaron el año pasado un concurso, el Drones for Good Award, que premia la utilización de estos artilugios para mejorar la vida de la gente.
Ahora, el Gran Premio de Drones, la primera de las citas de este año en el calendario de la Organización Mundial de Drones de Carreras, quiere convertirse en la competición de referencia. Que no se trata (solo) de un juego queda claro ante la envergadura de los premios. Un millón de dólares (unos 900.000 euros) van a repartirse entre los primeros clasificados, con una cuarta parte de ese botín reservado para el ganador absoluto.
Aunque hay otras carreras, ninguna tiene su alcance. Un centenar de participantes han sido invitados a Dubái tras haber superado una serie de pruebas en Los Ángeles, Seúl, Berlín y varias ciudades chinas. Para ello, debieron presentar vídeos en los que aparecían pilotando los aparatos de acuerdo con ciertas normas. A principios de semana, la primera eliminatoria los ha reducido a los 32 que se enfrentarán a partir del viernes en un circuito aéreo especialmente construido para la ocasión, el primero de esa naturaleza.
Hasta ahora los aficionados venían compitiendo en medio del campo, sobre el mar, en parques, aparcamientos, gargantas entre montes, cuevas e incluso dentro de edificios de oficinas. En algunos de los torneos, como la Drone Racing League, lo hacen en grupos cerrados al público. Sin embargo, el evento de Dubái no solo estará abierto a quienes estén dispuestos a pagar una entrada para presenciarlo, sino que podrá verse en directo en streaming a través de la página de la organización. Por ahora, la carrera se va a transmitir en alta definición en 2D, pero para futuras ocasiones ya se contempla introducir el vídeo de 360º con el que actualmente se está experimentando.
La emoción está asegurada. Los participantes tienen que dirigir sus aparatos a través de una serie de obstáculos (y algunas trampas) lo más rápido posible y en un espacio muy limitado. Los drones, algunos fabricados a medida de sus pilotos, alcanzan velocidades cercanas a los cien kilómetros por hora. No hay restricciones en cuanto al tipo de aparatos y componentes utilizados. Para los fabricantes, la exhibición se convierte en el mejor escaparate en el que anunciar sus productos. Para Dubái, es otra forma de promocionarse.