Aunque por ahora nadie se ha atribuido la autoría del atentado, lleva el sello de la organización terrorista islámica Boko Haram, que declaró su lealtad al grupo terrorista Estado Islámico en marzo de 2015.
Dos mujeres terroristas suicidas causaron la muerte de al menos 20 personas y dejaron heridas a otras 18 al hacer estallar sus cinturones de explosivos en el estado de Borno, en el noreste de Nigeria, informó hoy (16.03.2016) un portavoz militar. Una primera mujer detonó sus explosivos durante las oraciones matutinas en una mezquita de la ciudad de Maiduguri, en Borno. Otra mujer provocó una segunda explosión pocos minutos después, a unos 50 metros de la mezquita.
Según contaron algunos testigos al diario nigeriano Daily Trust, las dos terroristas iban disfrazadas con atuendo masculino.
En un principio, testigos habían hablado de 25 muertos y más de 40 heridos. El portavoz Sani Usman dijo que soldados, policías y enfermeros se encuentran en el lugar y cercaron el perímetro. Aunque por ahora nadie se ha atribuido la autoría del atentado, lleva el sello de la organización islamista Boko Haram, que lleva años sembrando el terror en el noreste de Nigeria y en las regiones aledañas de los países vecinos Camerún, Níger y Chad.
Un testigo dijo a dpa que hace apenas dos días se habían relajado las medidas de seguridad en las mezquitas de la región ante la creciente sensación de que Boko Haram ya no supone un riesgo para los creyentes.
Maiduguri es la capital del estado norteño de Borno, de mayoría musulmana y uno de los más castigados por la actividad terrorista de Boko Haram, que declaró su lealtad al grupo terrorista Estado Islámico a principios de marzo del año pasado. Desde el año 2009, al menos 14.000 personas han muerto en atentados y ataques perpetrados por la organización terrorista.
El último tuvo lugar a finales de enero, cuando un grupo de milicianos de Boko Haram atacó un pueblo cercano a la capital y asesinó a 85 personas. Sólo en 2015, el grupo islamista radical fue responsable de más de 4.000 muertes a pesar de la creciente presión del Ejército nigeriano y de sus aliados regionales.