El Papa culpó a los fabricantes de armas por el atentado de Bruselas

Francisco brindó un discurso en las celebraciones de Semana Santa, y habló también sobre la crítica situación de los refugiados.

FranciscoEl papa Francisco culpó hoy a los “fabricantes y traficantes de armas” por los atentados que mataron a 34 personas esta semana en Bruselas porque, sostuvo, “quieren sangre, no la paz; quieren guerra y no la fraternidad”.
El pontífice hizo esta declaración en el marco de las ceremonias de la Semana Santa, ante alrededor de mil refugiados, en su mayoría musulmanes, y de los trabajadores del centro de recepción de Castelnuovo di Porto en las afueras de Roma, lugar al que Francisco se trasladó para lavar los pies a once refugiados y a una asistente social.
“Hace tres días, hubo un gesto de guerra, de destrucción, en una ciudad de Europa. De gente que no quiere vivir en paz. Pero detrás de ese gesto, como detrás de Judas, había otros”, señaló el pontífice durante la ceremonia del lavado de pies del Jueves Santo, haciendo referencia a quienes fabrican y luego suministran armas a grupos extremistas en el mundo.
Francisco agregó que “detrás de Judas estaban quienes le habían dado el dinero para que Jesús fuera entregado (…) Detrás de ese gesto (el atentado de Bruselas), hay fabricantes y traficantes de armas que quieren la sangre, no la paz, que quieren la guerra y no la fraternidad. Dos gestos. Lo mismo. Jesús lava los pies y Judas vende a Jesús por dinero”, sentenció Francisco, citado por la agencia de noticias EFE.
Pese a que el eje de su mensaje fue la dramática situación de miles de refugiados en Europa, el Pontífice repudio indirectamente a quienes, en la derecha y la extrema derecha, interpretan lo que pasó en Bruselas y otros atentados islamistas en el continente como un enfrentamiento religioso o civilizatorio.
“Todos nosotros juntos, musulmanes, hindúes, católicos, coptos, evangélicos, pero hermanos. Hijos de un mismo Dios y que queremos vivir en paz, integrados”, dijo Francisco a los refugiados. “Ustedes, nosotros, todos juntos, diferentes religiones, diversas culturas, pero hijos del mismo padre. Pobres aquellos que compran las armas para destruir la fraternidad”, agregó.