Clonaban celulares que eran usados por secuestradores

Desarticularon una banda que les borraba los números de identificación a los móviles robados y los ponía otra vez en el mercado. Clausuraron siete negocios de venta vinculados a la organización.

clonacion-de-celularesDiez personas fueron detenidas, acusadas de integrar una banda delictiva que se dedicaba a clonar y reintroducir en el mercado legal a teléfonos celulares robados, los que luego eran utilizados por organizaciones de secuestradores.
El procedimiento, bautizado como “Operación Clean Cell”, permitió la aprehensión de los sospechosos (tres de ellos de nacionalidad peruana), entre los que se encontraría el sindicado cabecilla, apodado “Viejo Lalo”, y otro hombre que se encargaba de “hackear” los teléfonos robados.

Móviles y computadoras

Además, en los procedimientos incautaron unos 400 celulares presuntamente robados, 25 computadoras con programas y diversos accesorios que permitían borrar los números de identificación internacional de los teléfonos (IMEI por su sigla en inglés).
En conferencia de prensa, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, detalló que “era una organización que brindaba infraestructura en comunicación a todas las organizaciones delictuales especializadas en narcotráfico, en los motochorros y en secuestros” y precisó que en una serie de allanamientos, concretados en los partidos de Morón y Moreno, fueron clausurados “siete negocios” de venta de celulares vinculados a la banda. Calificó la acción como “un golpe al corazón de la infraestructura y de las comunicaciones de las organizaciones criminales”.
“Tenían equipamiento especializado para borrar los números de serie, lo que se llama los IMEI de los teléfonos celulares, ponerles un chip y ponerlos como teléfonos operativos”, dijo Bullrich, en referencia a como la banda utilizaba la fachada de aparentes “negocios legales” de las casas de venta de celulares para revender los aparatos como nuevos.
Por su parte, el jefe de la Policía Federal, comisario Néstor Roncaglia, destacó la importancia del desbaratamiento del negocio de los celulares clonados porque las bandas de secuestradores “necesitan una logística, un soporte y el teléfono es un instrumento para las comunicaciones posteriores a la interceptación de las personas”.
Para la ministra Bullrich, los detenidos manejaban tecnología “sofisticada”, con “máquinas que no se habían visto en Argentina” y su desbaratamiento implica “un golpe al corazón de la infraestructura y de las comunicaciones de las organizaciones”.
La investigación que desembocó en las detenciones, se inició a partir del apresamiento de los integrantes de una banda de secuestradores que operaba en la zona oeste del Conurbano bonaerense, hallándose “conexidad” con la banda de “blanqueadores”.
“Se llegó justamente por una investigación de la División Antisecuestros, que comenzó a entender cómo era la lógica de las comunicaciones de estas bandas criminales”, sostuvo la ministra, agregando que “a partir de los primeros detenidos se pudo seguir la línea de investigación para llegar a estas fábricas de soporte del delito”.
La funcionaria sostuvo que el secuestro extorsivo es “un delito que no tenía tanta vigencia’, y que a partir del recrudecimiento de la modalidad “exprés” registrado en las últimas semanas “la Policía Federal ya detuvo a dos bandas y la Policía Bonaerense detuvo a otra con siete miembros”.