Sanders arranca otra victoria moral en Wisconsin

Sanders encadena victorias -7 de los últimos 8 estados-, pero los números todavía le dan mucha ventaja a Hillary Clinton. Nueva York será decisivo.

Bernie-SandersBernie Sanders se impuso con claridad en las primarias de Wisconsin de este martes a su oponente y favorita para la nominación del partido demócrata, Hillary Clinton. Con más del 82% escrutado, el senador de Vermont obtenía el 56,3% de los votos, frente al 43,4% de la ex secretaria de Estado.
La de este martes fue una victoria más moral que relevante para el devenir de las primarias demócratas. El bajo número de delegados en juego (86) no iba a suponer un gran cambio en el tablero de juego. Sanders se ha adjudicado 45 delegados, para un total de 1.025 conquistados en la carrera. Clinton, por su parte, se llevaba 31 delegados, que engrosan su cuenta hasta los 1.274. Si se tiene en cuenta a los superdelegados –aquellos que manda el partido a la convención que elegirá al candidato a finales de julio y que apoyan por amplia mayoría a Clinton– la diferencia se va a 1.743 frente a 1.056 a favor de la ex secretaria de Estado. Ella sigue pareciendo la única con opciones reales de llegar a los 2.383 que otorgan la nominación.
Esos números no le importaban a un eufórico Bernie Sanders, que celebró la victoria desde Wyoming, escenario de las próximas primarias, este sábado. Su discurso giró alrededor del concepto de ‘momentum’ -se puede traducir al español como ‘coger impulso’ o ‘coger carrerilla’- que vive su campaña. «‘Momentum’ es empezar una campaña el año pasado y que los medios digan que marginal; ‘momentum’ es empezar a 70 puntos de diferencia en las encuestas de la ex secretaria de Estado y estar ahora un punto arriba o abajo», proclamó. También dijo que ‘momentum’ era hacer una campaña sin Super PAC –plataformas de financiación de candidatos sin límite de contribuciones–, de una «forma sin precedentes», con más de seis millones de donaciones individuales, con una suma media de 27 dólares; o no representar a multimillonarios o a los intereses de Wall Street, de las industrias del petróleo o de las farmacéuticas. «No queremos su dinero», gritó entre la euforia de sus seguidores.
Fue un discurso bien hilvanado, en el que enhebró los grandes temas de su campaña –el fortalecimiento de la clase media, la sanidad y educación universitaria gratuitas, la lucha contra la desigualdad, la equiparación salarial entre hombres y mujeres, la justicia criminal– con esa idea de ‘momentum’.
Pero la ‘carrerilla’ en la que se fijan los analistas y el equipo de Clinton es la que tiene que ver con las urnas: aunque sigue lejos en número de delegados, Sanders ha ganado siete de los últimos ocho estados y ya encadena seis victorias consecutivas. Wisconsin era un estado favorable –mayoría blanca, clases medias afectadas por la deslocalización de empresas, ideología liberal– y Wyoming puede que también lo sea.
Lo decisivo vendrá en dos semanas, con las primarias de Nueva York, el estado que más delegados reparte después de California. Las encuestas dan ventaja a Clinton, pero las victorias recientes de Sanders son el clavo al que se agarra su campaña. «Esto es un secreto –dijo Sanders con sarcasmo–. Hillary se está poniendo nerviosa, tenemos grandes opciones de ganar muchos delegados en Nueva York. Y luego vendrán otros grandes estados en la costa Oeste, como Oregón y California».
Lo cierto es que su cadena de victorias también ha disparado el número de donaciones a su campaña, y se ha gastado en Wisconsin más dinero que Clinton en anuncios, y llegará a Nueva York con los bolsillos llenos. La misma noche que Sanders celebraba su victoria en Wisconsin, Clinton acudía a un acto para recaudar contribuciones en el Bronx. No hizo ninguna aparición pública para comentar los resultados en Wisconsin, en los que no tenía nada que celebrar.
La de Nueva York será una batalla formidable. Sanders es nativo de Brooklyn y Clinton es neoyorquina por adopción y fue senadora por este estado. Ella es la gran favorita y él un aspirante que vive su mayor impulso desde que comenzaron las primarias.