Un hospital estadounidense ya utiliza una técnica de biopsia líquida para detectar los nuevos casos y recidivas en el cáncer de pulmón no microcítico.
En torno al 85% de la totalidad de casos de cáncer de pulmón están causados por el tipo denominado cáncer de pulmón no microcítico –o ‘carcinoma pulmonar de células no pequeñas’–. Un tipo de tumor cuya supervivencia a los cinco años oscila entre el 50% y el 1% en función de la fase de enfermedad en la que se establezca el diagnóstico. De ahí la importancia, vital, de su diagnóstico precoz. Y en este sentido, investigadores del Instituto Oncológico Dana-Farber/Brigham and Women’s de Boston (EE.UU.) han desarrollado un test capaz de detectar de forma rápida y precisa la presencia de este tipo de cáncer a partir de una simple muestra de sangre.
Como explica Geoffrey Oxnard, co-autor de este estudio publicado en la revista «JAMA Oncology», «nuestros resultados muestran que el genotipado del plasma presenta un enorme potencial como test clínico. Y es que además de ser un método rápido y no invasivo para el cribado de las huellas dactilares comunes del cáncer, permite evitar el reto que suponen las tradicionales biopsias invasivas. Así, nuestro estudio es el primero en demostrar de forma prospectiva que la técnica de ‘biopsia líquida’ puede ser una herramienta útil para la toma de decisiones terapéuticas en el paciente de cáncer».
ADN tumoral
Cuando una célula muere, libera fragmentos de ADN al torrente circulatorio, por el que viajan durante un corte período de tiempo. Así, el objetivo de las denominadas ‘biopsias líquidas’ es detectar posibles alteraciones en el ADN –las consabidas ‘mutaciones’– liberado en la sangre que indiquen la presencia de un tumor. Así, y en este caso concreto, la presencia de mutaciones específicas en los genes ‘KRAS’ y ‘EGFR’ revelarían que el paciente padece un cáncer de pulmón no microcítico –ya sea un nuevo diagnóstico o una recidiva, esto es, la reaparición del cáncer tras haber sido curado con los tratamientos.
Y estas biopsias líquidas, o lo que es lo mismo, los análisis de sangre para detectar fragmentos de ADN tumoral, ¿son un mero concepto teórico o pueden resultar útiles en la práctica clínica? Pues como constata este nuevo estudio, están llamadas a ser una de las herramientas fundamentales para el diagnóstico del cáncer.
Concretamente, el estudio fue llevado a cabo con la participación de 180 pacientes con cáncer de pulmón no microcítico, 120 de los cuales habían sido recientemente diagnosticados del tumor y 60 presentaban una forma del tumor resistente a los tratamientos –con el consiguiente riesgo de recidivas.
Los investigadores utilizaron una técnica denominada ‘reacción en cadena de la polimerasa digital en gotitas’ (ddPCR) para identificar, por un lado, la presencia de mutaciones en ‘KRAS’ y ‘EGFR’, y por otro, una alteración específica en ‘EFGR’ que indicara que el tumor se había vuelto resistente a los tratamientos. Y además de los análisis de sangre necesarios para llevar a cabo la técnica ddPCR, los autores tomaron biopsias tisulares de los tumores de todos los participantes.
Los resultados de las biopsias líquidas se obtuvieron de forma mucho más rápida que los de sus homónimas tisulares –en solo tres días, frente a los 12 días de las biopsias tisulares para los nuevos diagnósticos y los 27 días para los pacientes con tumores resistentes.
Y lo que es más importante, los resultados de las biopsias líquidas fueron muy precisos y certeros: de hasta un 100% para las mutaciones en ‘KRAS’ y ‘EGFR’, lo que constata la presencia del tumor; y de un 79% para la alteración específica en ‘EFGR’ que indica que el tumor ha adquirido resistencia a los tratamientos. Un aspecto este último muy importante dado que, como apunta Geoffrey Oxnard, «en algunos pacientes con la mutación en ‘EGFR’ que confiere la resistencia, la técnica ddPCR detectó mutaciones que no se observaron en las biopsias tisulares convencionales. Y es que una biopsia tisular tan solo analizar una parte del tumor, por lo que puede obviar una mutación presente en cualquier otra parte del cuerpo. Por el contrario, la biopsia líquida refleja en mayor medida la distribución de las mutaciones en el tumor como un todo».
Ya disponible
Es más; la biopsia líquida también permite conocer si los pacientes están respondiendo a los tratamientos. De hecho, 50 de los participantes se sometieron a un nuevo análisis sanguíneo una vez habían comenzado la terapia. Y como refiere Adrian Sacher, director del estudio, «los pacientes cuyos análisis mostraron la desaparición de las mutaciones en un período de dos semanas tuvieron una mayor probabilidad de continuar con el tratamiento que aquellos en los que no se observó esta reducción».
En definitiva, concluye Lynette Sholl, co-autora del estudio, «el test presenta una gran utilidad tanto para el diagnóstico de los nuevos casos de cáncer de pulmón no microcítico como para los pacientes con una recurrencia de la enfermedad. Es rápido, cuantitativo, pues indica la cantidad de ADN tumoral presente en una muestra, y ya puede ser utilizado en la práctica clínica».
Entonces, ¿podemos esperar que esta biopsia líquida esté próximamente disponible para el diagnóstico del tumor? Pues sí. De hecho, el Instituto Oncológico Dana-Farber/Brigham and Women’s ya lo está empleando. Como destaca Geoffrey Oxnard, «el estudio ha sido tal éxito que ya hemos aplicado los resultados en un test clínico para los pacientes con cáncer de pulmón en nuestro Instituto».