En 2015 hubo 10.500 muertos y heridos en robos en todo el país

El Gobierno difundió datos criminales por primera vez desde 2008; la tasa de homicidios en la Argentina es de 6,6.

pena de muerteMás de 10.500 personas fueron heridas o muertas el año pasado durante robos en todo el país. Ese dato sobre la violencia cotidiana, donde cada hora un asalto termina en un hecho de sangre, quedó reflejado en la estadística criminal presentada ayer por el Ministerio de Seguridad, la primera en ocho años.
La ministra del área, Patricia Bullrich, difundió cifras que estaban vedadas al público desde 2008. La situación actual empeoró al menos un 10% con relación a aquel año, en que el acceso a tal información fue bloqueado por el gobierno anterior. Las cifras del año pasado marcan, también, una leve disminución con respecto a las de 2014, comparación que puede realizarse ahora a partir de la apertura de las estadísticas.
“Es obligación del Estado brindar estadísticas oficiales. Antes había una idea de reportar menos para hacer creer que el delito no existía”, dijo Bullrich, que estuvo acompañada por el secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco; el secretario de Seguridad Interior, Gerardo Milman, y los jefes de las cuatro fuerzas de seguridad federales.
La información, que puede servir como punto de partida de posteriores análisis, señala que 2837 personas fueron asesinadas en 2015. Esa cantidad -que agrupa tanto homicidios en robo como en riñas o en casos intrafamiliares- significa un 13% con respecto a lo sucedido un año antes y representa una tasa de homicidios de 6,6 cada 100.000 habitantes.
Ese dato ofrece dos lecturas rápidas: por un lado, se trata de una de las tasas de asesinatos más bajas de América latina (sólo mejorada por Chile, con 3,1 cada 100.000); por otro, está bastante lejos de las cifras de los países desarrollados: en los Estados Unidos, es de 3,8; en Canadá, de 1,4; en Francia, de 1,2; en Gran Bretaña, de 1; en Italia, de 0,8, y en España, de 0,6 cada 100.000 habitantes.
No obstante, la certeza de que 10.500 personas fueron heridas o muertas en ocasión de robo confirma el nivel de violencia del delito. Sólo la mala puntería y la pericia médica evitaron que se registraran más heridos y muertos.
La estadística reveló la disminución de las tasas de homicidios de la región metropolitana: hubo 7,4 homicidios cada 100.000 habitantes en la provincia de Buenos Aires y 5,4 en la Capital. La tasa más alta en 2015 se registró en Santa Fe: fue de 12,2 y duplicó el promedio nacional. Las autoridades santafecinas afirman que sus datos de asesinatos incluyen aquellos heridos que murieron posteriormente en hospitales; dudan de que otros distritos utilicen idéntico parámetro. En general, el registro criminal se parece más a una foto del momento del hecho, sin seguimiento de eventuales cambios en los desenlaces.
La ciudad de Buenos Aires aparece con altas cifras de delitos contra las personas y la propiedad. La tasa de robos en 2015 fue de 2064 cada 100.000 habitantes, sólo superada por Mendoza. La provincia cuyana también tiene alarmantes indicadores, con las tasas más elevadas del país en robos, delitos varios contra la propiedad y contra las personas; su tasa de homicidios, de 7,5, la coloca en segundo lugar, detrás de Santa Fe. Ambos distritos son, en los últimos años, escenario de luchas sangrientas por el control del narcomenudeo.
Para la ministra Bullrich, la merma en denuncias de robos observada entre 2014 y 2015 tiene más que ver con la falta de confianza en la respuesta pública (esto es, menos denuncias realizadas) que con una real disminución del delito.

Caída de decomisos

Algo similar intuye la funcionaria en cuanto a la drástica caída del decomiso de cocaína, de las 10 toneladas incautadas en 2014 a las seis de 2015. “Realmente es una baja importante y no consideramos que haya entrado menos cocaína ese año en la Argentina”, afirmó. También se notó una importante declinación en las cifras de decomiso de drogas sintéticas: del récord alcanzado en 2014, con 634.158 pastillas, a las 21.749 secuestradas un año después. En este caso, hubo un par de golpes a laboratorios en plena producción que alteraron el promedio de capturas en 2014.
En cambio, fue récord el decomiso de marihuana durante 2015, con cerca de 198 toneladas secuestradas tanto por las fuerzas de seguridad federales como por las provinciales. Las cifras parciales de captura permiten intuir que este año esa cifra podría ser superada, al menos en cuanto a las incautaciones realizadas por las fuerzas federales.
“No se puede hacer una política de seguridad seria sin estadísticas”, señaló Bullrich al hacer públicas las esperadas cifras del delito.