De vivos y conexiones I. Esta semana se produjo un barullo más que interesante en el PRO local, ante la divulgación de las andanzas del abogado Christian Moix. El abogado que años atrás enfrentó una dura prueba por acusaciones del ex fiscal Pablo Poggetto -hoy camarista de ultra bajo perfil-, se presenta como asesor de Juan Aicega, concejal por el PRO y hombre de consulta en el Ministerio de Justicia de la Nación. Moix hace saber que él posee la llave de los siete reinos para lograr designaciones en el Poder Judicial. Enojado con este medio por haber publicado su resistencia a ser despojado de su Audi por la grúa municipal por estar mal estacionado, Moix no pierde oportunidad de vender influencias en un área muy delicada de la vida pública de la sociedad.
De vivos y conexiones II. Operadores en vincular la política para impulsar nombramientos en la justicia siempre hubo, no es de hoy. Hace dos semanas, en el juicio a la CNU, declaró el ex senador Mario Cámara, quien reconoció una foto (publicada en este medio en 1998) en la que se ve a los integrantes del TOF Mario Portela y Roberto Atilio Falcone, entre otros, con el propio Cámara, en el quincho de la casa del ex agente de inteligencia Ricardo Oliveros. Oliveros era asesor de Cámara por entonces, y nexo para estos menesteres de entendimiento político/ judicial. Hoy Moix se presenta como nexo entre Aicega y el poder político para impulsar nombramientos, lo que llevó al ex camarista Manolo Fernández Daguerre, ya jubilado y con mucho tiempo para jugar al golf, a recomendar a Moix como jugador en primera para dichos menesteres.
De vivos y conexiones III. Christian Moix es un actor variopinto de la fauna política lugareña. Tiempo atrás jineteaba la política con el fiscal ante el TOF Juan Manuel Pettigiani, delirando con ser la avanzada de un acuerdo radical-peronista versión milenial; sin embargo, la escasa claridad que ambos evidenciaron, terminaron espantando a gente de ambas corrientes políticas. Moix, además, ha sido el abogado del agente provocador Carlos Pampillón, en su momento se ofreció como defensor de Gustavo Demarchi -hasta que unas cien mil razones verdes los separaron-, y hoy ofrece servicios de ascenso judicial. A tal punto llega el autobombo de Moix, que el propio Fernández Daguerre le aconsejó a Mariano Zapaterra, funcionario judicial con ambiciones de ser fiscal, que solicitara a Moix una reunión con Aicega, para facilitar que el pliego fuera puesto a consideración del Senado con apoyo de La Cámpora en 2015, y enviado a análisis por la gobernadora Vidal al inicio de su mandato.
El cerco. Fue una operación tremenda, aunque de corto recorrido, pese a los indolentes en el Poder Judicial, que dejan hacer y dejan pasar, y a los interesados en que nada se sepa y todo transcurra de acuerdo a su ambición. Pese a eso, se viene una catarata judicial, con ningún precedente en fondo y estilo en la ciudad, sobre Gustavo Arnaldo Pulti y su ex secretario de Hacienda Daniel Pérez; aunque también estarán comprendidos en algunas acciones explicativas el titular de la UCIP y conocido apropiador de fondos públicos Raúl Lamacchia, y el ex secretario de Hacienda y ex asesor del Banco Mundial Pablo Vittar Marteau. No todo es igual, no es cierto que la impunidad sea para siempre. La pieza jurídica de la Fiscalía 10, en su lectura, no se agota en la presente edición de N&P. Continuaremos.