El presidente de Arsat anunció que la empresa nacional de telecomunicaciones obtuvo los “derechos de aterrizaje” para comercializar sus servicios en el país norteamericano.
El presidente de ARSAT, Rodrigo de Loredo, anunció que la empresa nacional de telecomunicaciones obtuvo los “derechos de aterrizaje” para vender sus servicios en Canadá, al tiempo que criticó la falta de comercialización internacional de los servicios satelitales de parte del gobierno anterior.
“A partir de la obtención de este permiso se podrá comenzar a comercializar la señal del satélite ARSAT-2 a clientes locales de ese país”, señaló la empresa en un comunicado. El ARSAT-2 cuenta con un área donde puede proveer servicios (comúnmente denominada “pisada”), que se extiende desde Tierra del Fuego hasta Canadá.
Sin embargo, para poder vender servicios satelitales fuera de la Argentina, se necesita una autorización conocida como “derechos de aterrizaje” (landing right).
De Loredo explicó que dicho procedimiento es “un trámite burocrático cuya agilidad en cada país depende de las políticas de apertura y las necesidades de cada nación y que es conveniente iniciarlo antes de que el satélite se encuentre en órbita”.
“Cuando asumimos nos encontramos con que el ARSAT-2 prácticamente no había sido comercializado, cuestión que activamos ni bien iniciamos con nuestra administración. Al comenzar a contar con estos permisos, podremos vender ancho de banda, ya sea para exportar o importar programación”, expresó de Loredo.
El titular de ARSAT aclaró que estos trámites no deben realizarse en el caso del ARSAT-1, “puesto que este satélite ilumina casi exclusivamente el territorio argentino y los permisos sólo se tramitan en otros países”.
Asimismo, señaló que “una posición orbital no adquiere valor únicamente por su situación sobre el mapa, sino que también hay que gestionar su comercialización. Tomada por su ubicación geográfica, la 81 Grados Oeste que inauguró el ARSAT-2 es, en potencia, una de las posiciones geoestacionales más valiosas del mundo, ya que es la única vacía capaz de iluminar las Tres Américas”.
Y al respecto, de Loredo hizo saber que “al no haberse iniciado con tiempo los procesos burocráticos pertinentes, tenemos un satélite en órbita que no tiene clientes”.
“Estamos iniciando el camino para revertir esta situación y embarcarnos definitivamente en un proceso de mayor eficiencia económica”, finalizó.